La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
El Lobo Feroz
Sobre las europeas, telegráficamente
Estas notas hablan de las europeas hacia dentro. Porque hacia fuera, hacia Europa, los resultados electorales dudosamente serán significativos salvo por Syriza.
Hay demasiada prisa en dar por enterrado el bipartidismo en España. Esa gente todavía tiene recursos.
Que Podemos se haya situado casi al nivel de IU muestra que esta última formación no ha sabido hacer los deberes cuando lo tenía todo a favor. Tiene que soltar lastre, rejuvenecerse, reflexionar y confederarse.
Y celebrar que haya sido Podemos quien haya recogido el espíritu del 15-M, con preferencia a otras formaciones.
No toca cantar victoria por el crecimiento de la verdadera izquierda, porque las tareas son inmensas. Toca arrimar el hombro.
Que Esquerra ganara en Cataluña estaba cantado. Pero no tan cantado es que atesore realismo suficiente para gobernar la autonomía.
El hundimiento del PSOE es el hundimiento del neoliberalismo en la izquierda nominal de este país. Pero no es probable que a los neoliberales que dirigen el PSOE desde Felipe González les entre en la cabeza que lo que les ha pasado no es una cuestión de personas ni de equipos.
En España un partido ganador es el abstencionista, que se está convirtiendo en un partido orgánico del país ante la miopía de la mayoría ante la cuestión de Europa.
Pero el partido abstencionista es débil en Cataluña, un hecho diferencial respecto del resto de España.
27 /
5 /
2014