Skip to content

Miguel Muñiz

La energía nuclear civil, tan peligrosa como la militar: 1

Garoña, Fukushima y la cuestión militar-nuclear

El 19 de mayo, en plena campaña de elecciones europeas, saltaba la noticia: el presidente de ENDESA anunciaba que NUCLENOR, la empresa conjunta de ENDESA e IBERDROLA que gestiona la central nuclear de Garoña, pediría su reapertura en el mes de julio [1]. ENDESA, filial del grupo energético ENEL con sede en Italia [2], daba un paso coherente con la política diseñada por el lobby nuclear [3].

Garoña, que entró en funcionamiento en 1970, ha resultado ser un indicador bastante fiable del nivel de sumisión que quienes gobiernan muestran ante los intereses de quienes mandan. Desde que las grandes eléctricas tienen en el gobierno del PP un complaciente protector de sus intereses es normal, dada la codicia ilimitada de dichas empresas, que tras obtener beneplácito legislativo a todas sus reivindicaciones en el ámbito de las energías renovables, se apliquen ahora a echar mano de la locuacidad del PP para reforzar aún más su dominio [4].

Conviene recordar que el gobierno de Rodríguez Zapatero anunció el cierre de Garoña en 2009 y que el PP hizo de ese asunto bandera de diferenciación política; lógicamente, el gobierno PSOE no tardó demasiado en desdecirse y dar marcha atrás, lo que elevó la retórica pro-nuclear del PP a nuevos límites, con el consiguiente regocijo de quienes mandan en temas energéticos.

Cerrar Garoña, una nuclear con más de 40 años de funcionamiento, es algo tan lógico desde el punto de vista de la seguridad, la salud y la economía que no debería generar debate. El precario estado de la conocida como “central de las mil y una grietas” se ha detallado en múltiples informes del movimiento ecologista [5]; cualquier persona con un mínimo de sensibilidad ante el futuro, respeto por la vida y la salud, y prudencia ante el peligro, debería asumir dicho cierre sin problemas. Pero ni lógica ni racionalidad son palabras que tengan cabida en la energía nuclear, y mucho menos desde que se inició la catástrofe de Fukushima.

Uno de los ejes de actuación de la ofensiva de propaganda [6] iniciada en 2001 por el lobby nuclear ha sido alargar al máximo el funcionamiento de las centrales, defendiendo períodos de 60, e incluso 80 años [7] continuados. Hasta en Japón, un país sumido en una catástrofe nuclear cuyas consecuencias se mantienen cuidadosamente ocultas, se han hecho sugerencias en el mismo sentido [8]. El caso de Garoña constituye, pues, un “reto” a superar para que la política de alargamiento se imponga. Visto en perspectiva, el “asunto Garoña” va mucho más allá de las maniobras y contramaniobras entre el ministro Soria y el señor Borja Prado, o de esos rumores y desmentidos de despacho tan aireados y valorados por expertos y analistas.

A tres años del inicio de la catástrofe podemos ver que Fukushima ha supuesto un aplazamiento de la estrategia global del “renacimiento nuclear”; que se haya sustituido la retórica del “debate” por la consigna del silencio (casi) total sobre la energía nuclear civil y sus implicaciones constituye la mejor prueba de la voluntad de sus promotores de no ceder. Mientras circulan variopintos documentos y análisis, fundamentalmente de tipo económico, que proclaman su decadencia irreversible o que la dan por liquidada, el lobby nuclear se limita a ganar tiempo. Mientras el debate sobre el futuro de la energía nuclear se mantenga en términos económicos abstractos, las destrucciones que causa en el presente pasarán convenientemente desapercibidas.

Ahora, más que nunca, conviene incidir en aquellos temas que el lobby vetó de su triunfante propuesta de “debate” hace más de 10 años; de ellos, el de la vinculación entre la energía nuclear civil y sus aplicaciones militares ocupa el primer lugar. Y aunque parezca que el vínculo entre una central deteriorada como Garoña y el armamento es algo traído por los pelos, no es así; existe una aplicación militar que conecta directamente el funcionamiento de los reactores que suministran la escasa cuota de electricidad que las nucleares aportan a nivel mundial y los intereses de una industria militar que se nos presenta como pieza clave de un futuro lleno de amenazas totalitarias, acciones bélicas “preventivas”, intervenciones “humanitarias” y “oposiciones democráticas” provistas de armamento pesado: el uso del uranio empobrecido para fabricar munición “convencional”.

El uranio empobrecido (en adelante UE, aunque más conocido por su denominación en inglés: DU, Depleted Uranium) es un residuo de la fabricación del combustible nuclear con el que funcionan las centrales; se trata del isótopo 238 (U238), el más abundante en el mineral de uranio, como resulta inútil para fabricar combustible por su dificultad de fisión hay que separarlo del isótopo 235 (U235), el uranio aprovechable; el U238 posee una alta densidad y emite partículas de radiación alfa de baja penetración, pero altamente tóxicas y muy peligrosas si se ingieren o se inhalan.

El UE presenta un problema: almacenarlo en estado líquido tiene un coste económico y logístico elevado, por eso las plantas de fabricación de combustible nuclear lo convierten en metal y lo ofrecen de forma gratuita, o casi gratuita [9], a las empresas metalúrgicas. Y resulta que, excepto para unas pocas aplicaciones civiles en aeronáutica, son las industrias de armamento las que, aprovechando su alta densidad, lo usan para fabricar proyectiles de penetración en blindajes de carros de combate o fortificaciones; y como además tiene gran facilidad para incendiarse en el impacto, presenta la “ventaja” añadida de que puede calcinar a las personas que se hallen dentro del objetivo atacado.

La explosión del proyectil y el incendio inmediato provocan un efecto aerosol que dispersa millones de partículas radioactivas y tóxicas en el entorno en forma de polvo, contaminando el medio y afectando a los soldados (los que lo usan y los que lo sufren), pero sobre todo a la población civil. Como tiene un período de semi-desintegración de 4.500 millones de años sus efectos son duraderos, por eso se han detectado decenas de miles de casos de personas con graves problemas de salud y niños con deformaciones de nacimiento, en los lugares en que se han utilizado, y también en los países a los que han regresado los soldados tras acabar su participación en la correspondiente guerra [10].

Los proyectiles de UE han sido usados por las tropas de Estados Unidos y Reino Unido en la guerra del Golfo (1991), en los bombardeos de Bosnia, Servia y Kosovo (1992 a 1995), y en la guerra de Irak (2003). A pesar de la negativa de los gobiernos a informar se sospecha que se utilizaron también en Afganistán en 2001, y que se continúan usando actualmente [11]; otro foco de contaminación radiactiva son los territorios ocupados por Israel, especialmente la Franja de Gaza [12] en 2012. De la dimensión del problema da una idea el que solo en Irak se reconozcan 350 lugares contaminados radiactivamente por el UE [13].

Dado que no se pueden considerar armas nucleares en sentido estricto, la situación legal de los proyectiles de uranio empobrecido es un tema que provoca interesadas y prolijas controversias en las instituciones internacionales, la prohibición de su uso, aparte del alcance real que pueda tener la medida, se enfrenta a numerosos obstáculos jurídicos [14].

Con lo que volvemos a enlazar con Garoña. Pese a su carácter insignificante como central eléctrica, tan solo tiene 466 Megavatios de potencia, podemos valorar su aportación militar haciendo un cálculo prudente.

Garoña ha consumido en sus 41 años de funcionamiento unas 447 toneladas de combustible nuclear, básicamente óxido de uranio. Si consideramos que para producir dicho óxido se ha necesitado aumentar (“enriquecer”) la concentración de 4.726 toneladas de un compuesto llamado hexafluoruro de uranio, que en el proceso ha dejado un residuo de 4.137 toneladas de uranio empobrecido, se comprobará que Garoña ha contribuido a la industria militar con un 87,5% del material empleado en la fabricación de su combustible [15].

Se puede hacer una aproximación más ajustada al peso de este factor militar realizando el mismo cálculo para Ascó, Vandellòs, Cofrents, Trillo y Almaraz, para los 7 reactores que funcionan en España, o para los más de 430 que funcionan en el mundo. ¿Cuál es su aportación militar? No resulta sorprendente que el lobby nuclear ordene mantener este aspecto de la energía nuclear fuera del “debate”. Cuando analistas y expertos disertan sobre el futuro, o no futuro, de la energía nuclear, ¿de qué horrores presentes apartan la mirada? En una fecha tan lejana como el 2003, se calculaba que existían 1.720.000 toneladas de uranio empobrecido almacenadas en las plantas de fabricación de combustible del mundo, dispuestas para su uso militar [16].

Pero volvamos al caso de Garoña, el anuncio de su reapertura obliga a realizar una breve reflexión sobre el contexto social y sus implicaciones.

NUCLENOR decidió unilateralmente cerrar la nuclear de Garoña en diciembre de 2012, en septiembre del mismo año había dejado expirar el plazo legal para solicitar la prórroga de funcionamiento más allá del 2013; la decisión se hizo pública en el marco de una complicada negociación entre el gobierno del PP y las principales compañías eléctricas para fijar los márgenes de beneficios e impuestos de las diferentes tecnologías de generación de electricidad, y siempre se consideró como una medida de presión.

El 9 de septiembre de 2012 se realizó la 33ª edición de la Marcha contra Garoña, en que se brindó por el cierre definitivo de la central; el comunicado oficial, pese a reconocer que el cierre no estaba decidido, no entraba a fondo en las implicaciones del mantenimiento de la política diseñada desde el lobby nuclear, situando el debate sobre Garoña en el contexto del mantenimiento de las nucleares del Estado [17].

El 7 de julio de 2013, ya conocido el cierre oficial, se convocaba la que se consideraba “última” Marcha contra Garoña, el cierre se daba por seguro, pese a que los rumores sobre las maniobras entre la empresa y los políticos continuaban [18]. En la convocatoria [19] no se realizaba ninguna valoración crítica del hecho de que las dos centrales nucleares que han cerrado en España lo han hecho por voluntad de sus propietarios y no por presión social, pese al rechazo mayoritario que la energía nuclear provoca. Ante la persistencia en la estrategia del lobby nuclear se prefería mirar hacia otro lado.

El anuncio de la reapertura de Garoña, independientemente de que finalmente se lleve o no a cabo, supone un serio toque de advertencia sobre la necesidad de afinar más en el análisis de la política energética, especialmente de la nuclear; un toque dirigido a todas aquellas personas que nos sentimos afectadas por la cadena de horrores que dicha energía provoca en el día a día.

 

Notas

[1] Ver http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Garona-Burgos-nuclear-Endesa-Nuclenor-Iberdrola_0_261774370.html

[2] Detalles en http://www.endesa.com/es/conoceendesa/nuestraestrategia/GrupoEnel

[3] Se conoce como «lobby nuclear» al conjunto de compañías eléctricas, bancos, estamentos universitarios y grupos de presión social y mediáticos que defienden el uso de la energía nuclear. Sobre ellos y la ofensiva del “renacimiento” nuclear ver http://www.sirenovablesnuclearno.org/zportada/vocabulari.html#lobbycast

[4] Ver http://www.eldiario.es/economia/electricas-reformas-Gobierno-reabrir-Garona_0_262124619.html, y http://www.elcomercio.es/20091007/economia/rajoy-gobierno-partido-popular-20091007.html

[5] Un ejemplo http://www.ecologistasenaccion.org/article.php3?id_article=554

[6] Ver http://www.sirenovablesnuclearno.org/nuclear/nuclearcat/renaixementnuclear.html#CAST

[7] sobre la voluntad de ampliar el funcionamiento a 60 u 80 años ver http://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-industria-nuclear-quiere-prolongar-60-anos-vida-centrales-20120316184541.html Y http://revista.consumer.es/web/es/20110501/entrevista/75969.php

[8] Japón aumentará el funcionamiento de sus centrales nucleares hasta los sesenta años.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/01/18/actualidad/1326889077_131109.html

[9] Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Uranio_empobrecido

[10] Ver http://childvictimsofwar.org.uk/get-informed/uranium-weapons/

[11] Ver http://www.bandepleteduranium.org/en/overview , la mayoría de las informaciones corresponden a la página web de la International Coalition to Ban Uranium Weapons (ICBUW). El corto de animación “When the Dust Settles” (Cuando el polvo se asienta) visible en http://www.youtube.com/watch?v=UlGPtBX0IRY&list=UUqjdQIjFEoKzia3lmKU3t2A, de la ICBUW y IKV Pax Christi, ofrece un resumen de los efectos sociales y ambientales del uso de dicha munición.

[12] Ver http://www.infowars.com/israel-used-depleted-uranium-munitions-during-gaza-offensive/ el mapa de víctimas más amplio (aunque algo antiguo, 2002) en http://prop1.org/2000/du/du.htm

[13] Ver http://www.bandepleteduranium.org/en/us-to-demil-78000-du-tank-rounds

[14] Se puede ver un buen resumen de la situación legal del en la página divulgativa http://es.wikiversity.org/wiki/Aplicaciones_militares_del_uranio_empobrecido#Estatus_legal_del_Uranio_empobrecido que, además contiene una interesante información general.

[15] Los datos resultan de la investigación de Ecologistas en Acción http://www.ecologistasenaccion.org/article24713.html, combinada con la información que proporcionan las calculadoras del WISE http://www.wise-uranium.org/nfcm.html en todo el proceso se ha mantenido un criterio de prudencia en la estimación de las cifras.

[16] Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Uranio_empobrecido

[17] Ver http://ibertrola.blogspot.com.es/2012/09/comunicado-final-de-la-marcha-contra.html

[18] Un ejemplo http://www.huffingtonpost.es/2013/07/06/cierre-de-garona_n_3554073.html

[19] Ver http://www.kaosenlared.net/territorios/t2/internacional/item/61983-7-de-julio-de-2013-%C3%BAltima-marcha-contra-garo%C3%B1a.html

 

Miguel Muñiz es miembro de Tanquem Les Nuclears–100% EER y mantiene la página de divulgación energética http://www.sirenovablesnuclearno.org/

27 /

5 /

2014

La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.

Noam Chomsky
The Precipice (2021)

+