La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Tiempos de oscuridad. Historia de los golpes de Estado en América Latina
Akal,
Madrid,
222 págs.
Elena Casanovas
Coincidiendo con el cuarenta aniversario del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular en Chile, Marcos Roitman Rosenmann (Santiago de Chile, 1955) nos ofrece un recorrido por la historia reciente de América Latina a través de una crónica de los golpes de Estado que han sufrido los países de la región desde su independencia. En Tiempos de oscuridad. Historia de los golpes de Estado en América Latina encontramos un relato que tiene como protagonista al ejército y su actividad intervencionista en la política latinoamericana, casi invariablemente en favor de los intereses defendidos por EE.UU. y las oligarquías locales, bajo un exacerbado anticomunismo y siempre con los estandartes de desarrollo y modernización como pretexto.
Pese a que el texto peca de cierto maniqueísmo, al no analizar críticamente o en detalle los papeles de la oligarquía y el imperialismo, por un lado, y los procesos democráticos y revolucionarios, por otro, Roitman presenta una trayectoria histórica que avala la tesis que pretende demostrar. Así, nos recuerda que las tendencias golpistas que encara América Latina ni han aminorado ni constituyen hechos aislados, sino que han evolucionado adoptando la apariencia de golpes “constitucionales” o “de guante blanco”, que requieren mayor atención para ser identificados como lo que son: en palabras de Roitman, “[movimientos que buscan] revertir procesos democráticos y revolucionarios nacidos de las urnas y legitimados en procesos electorales transparentes”.
28 /
10 /
2013