La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.
Defenderse del poder
Trotta,
Madrid,
136 págs.
Xavier Pedrol Rovira
Desde el último tercio del siglo pasado, a resultas de la ofensiva neoliberal, el constitucionalismo social de posguerra europeo ha ido languideciendo. Durante la última crisis capitalista desencadenada con el crack del 2008 se han degenerado hasta tal punto sus principios básicos, que algunos juristas han empezado a hablar de Constituciones abdicativas o de Constituciones desconstitucionalizadoras. Ante tal panorama, se han suscitado reacciones diversas en el mundo del Derecho. El libro del profesor Ermanno Vitale, como queda patente desde su mismo título, es un ejemplo. Se trata de una llamada a la resistencia frente a las actuales políticas liberticidas y antisociales a partir de los elementos más garantistas de la Constitución vulnerada. No parece extraño que en un país como Italia, con una constitución republicana producto de una clara ruptura con el fascismo, surja una propuesta de esta índole. La historia, sin duda, cuenta. Y seguramente por ello, las reacciones en el ámbito hispánico van más allá de la resistencia garantista y apuntan más bien a la reforma del marco constitucional vigente o bien directamente a la necesidad de una refundación constituyente. Valga como ejemplo el volumen compilado por el profesor Roberto Viciano, Por una Asamblea Constituyente. Una solución democrática a la crisis (Madrid, Sequitur, 2012) o el libro del profesor Albert Noguera, Utopía y poder constituyente (Madrid, Sequitur, 2012) En todo caso, el debate está servido y la lectura de estos libros aportan ideas valiosas que merecen atención. Cuando menos, su discusión puede contribuir a perfilar mejor nuevas propuestas para afrontar la feroz ofensiva oligárquica que se está imponiendo.
10 /
2013