La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Perdida
Mondadori,
Antonio Giménez Merino
Perdida es uno de los éxitos editoriales del año. Se trata de una novela ligera que resulta divertida y atractiva desde varios puntos de vista: En cuanto al estilo, emplea especularmente dos voces en primera persona (la masculina y la femenina de dos treintañeros esposados), lo que permite contemplar una misma trama desde dos ángulos distintos y dar a ésta un giro radical. Temáticamente, por un lado recoge la experiencia de la autora como víctima de la crisis que vive la prensa escrita (Flynn había sido, antes que novelista de gran éxito, crítica de prestigio del diario norteamericano Entertainment Weekly), confiriendo veracidad al relato; y por otro lado, disecciona mordazmente el mito de la familia feliz de clase media norteamericana, el poder de manejar consciencias de los medios de comunicación, el choque cultural y de clases interno a la sociedad norteamericana, y —lo que a mi juicio resulta más interesante— la victimización acrítica del género femenino característica de cierto feminismo.
23 /
8 /
2013