¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
La espiral de la muerte del hielo marino ártico
Carles Mercadal
Estos dos vídeos ilustran la acusada disminución de hielo que el Ártico está experimentando en la actualidad. Así, mientras que en 1979 la extensión del hielo durante el mínimo estival fue de unos 17.000 kilómetros cúbicos, en 2012 fue de poco más de 3.000 kilómetros cúbicos, lo cual supone una disminución de más del 80%.
Los puntos rojos del segundo vídeo señalan los cálculos semanales del volumen de hielo ártico entre 1979 y el año en curso. La escala oscila entre los 0 y los 35.000 kilómetros cúbicos. Se produce una expansión estacional del hielo en invierno y una contracción en verano. No existen evidencias de que en los últimos 700.000 años haya tenido lugar un deshielo total del Ártico en verano, pero los científicos prevén que eso ocurra en los próximos entre 5 y 30 años. (En este sentido, y tomando en consideración los mecanismos de retroalimentación positiva que gobiernan el clima, el profesor Peter Wadhams, de la Universidad de Cambridge, ha predicho que quizá veremos un Ártico libre de hielo en verano en una fecha tan temprana como 2015-2016, y ha advertido de que eso equivaldrá a añadir veinte años de emisiones de CO2.)
A este fenómeno se lo ha denominado «espiral de la muerte del hielo marino ártico», y está relacionado directamente con la emisión de gases de efecto invernadero y el calentamiento global de origen antropogénico. Es probable que el Ártico haya alcanzado ya un punto de no retorno irreversible a partir del cual no pueda recuperar ya el hielo perdido.
Una buena muestra de la extraordinaria velocidad a la que está produciéndose este fenómeno es la siguiente imagen, en la que puede apreciarse claramente la diferencia cada vez mayor entre las previsiones de diferentes modelos climatológicos elaborados en el pasado y la pérdida exponencial de hielo ocurrida en las últimas décadas:
Para comprender mejor las graves implicaciones de la mutación al que estamos asistiendo, es recomendable la lectura del artículo «Entender la gravedad del cambio climático 2: ¿Qué es el cambio climático «desbocado»? (Punto de no retorno ¿hacia dónde?», del blog Usted no se lo cree.
Como podrán deducir los lectores y lectoras de lo expuesto en dicho artículo, las notables fluctuaciones meteorológicas que hemos estado experimentando últimamente tal vez no haya que atribuirlas a los caprichos de la naturaleza, sino más bien a las transformaciones que el deshielo del Ártico está ocasionando en la «corriente en chorro» (o jet stream) y en el régimen de vientos asociado a ella.
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4 /
2013