Skip to content

Bertolt Brecht

Las muletas (1938)

Durante siete años no pude dar un paso.

Cuando fui al gran médico,

me preguntó: «¿Por qué llevas muletas?».

Y yo le dije: «Porque estoy tullido».

 

«No es extráño», me dijo.

«Prueba a caminar. Son esos trastos

los que te impiden andar.

¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!».

 

Riendo como un monstruo,

me quitó mis hermosas muletas,

las rompió en mis espaldas y, sin dejar de reír,

las arrojó al fuego.

 

Ahora estoy curado. Ando.

Me curó una carcajada.

Tan sólo a veces, cuando veo palos,

camino algo peor por unas horas.

30 /

11 /

2012

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

+