La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Plataforma ciudadana para una justicia de todos
http://porunajusticiadetodos.wordpress.com
Algunos juristas demócratas han creado recientemente este espacio web para difundir y criticar la multiplicación de los ataques al carácter público e independiente de la administración de justicia. Aunque las características de la plataforma tienen un marcado acento jurídico, su finalidad anticorporativa se expresa en el objetivo de fomentar la participación ciudadana para conseguir una justicia accesible, transparente y responsable.
7 /
2012