Más de dos años después de su lanzamiento en Estados Unidos, acaba de editarse en DVD la versión en castellano del documental Gasland, realizado por Josh Fox. Gasland, que se adentra en el auge que está viviendo en varias zonas del planeta la obtención de gas natural mediante la técnica del fracking o «fractura hidráulica», ocasionó un considerable revuelo entre los estadounidenses y golpeó multitud de conciencias al poner al descubierto los efectos extraordinariamente nocivos de esta incipiente industria para el ambiente y la salud humana, desde la contaminación irreversible de los acuíferos y los cursos de agua dulce hasta las enfermedades y síntomas que causa en la gente.

Aunque la propia industria de la fractura hidráulica hace ya un tiempo que inició una insistente campaña de relaciones públicas —al estilo de la desplegada con el objetivo de rebatir la realidad del calentamiento global— para negar que esta práctica tenga consecuencias perjudiciales para el medio ambiente y la salud y para pregonar sus supuestas ventajas (una menor dependencia energética respecto de otros países o la creación de numerosos puestos de trabajo), Gasland demuestra, basándose en decenas de entrevistas a damnificados, técnicos y ambientalistas, que dichos efectos sí tienen lugar y que van más allá de lo imaginable (algo fácilmente deducible, por otra parte, de una industria cuya técnica consiste en perforar a gran profundidad y fragmentar el subsuelo, para lo cual utiliza alrededor de 600 productos químicos altamente tóxicos).

Pero la fiebre en torno al fracking no es algo que se circunscriba solo a Estados Unidos, sino que hace unos años atravesó el Atlántico y desembarcó en Europa, donde, aunque algunos países como Francia o Bulgaria lo han prohibido, otros, entre ellos España, por ahora no le ven inconveniente alguno e incluso ha recibido el respaldo de algunas autoridades públicas como el lehendakari Patxi López, que visitó expresamente Estados Unidos para estudiar su viabilidad en Euskadi y que, sin ir más lejos, el pasado mes de mayo modificó la Ley de Naturaleza vasca con la intención de permitir las explotaciones gasísticas en los montes de Álava. De todo ello informa regularmente la excelente página web Fractura Hidráulica No, de la que ya nos hicimos eco unos boletines atrás.

Por último, señalar que aunque Josh Fox ha mantenido siempre una política muy restrictiva en cuanto a la libre difusión del documental —lo cual explica que hasta el momento haya sido imposible visionarlo gratuitamente en internet—, existe una versión completa que por ahora sí es accesible y que, aunque la traducción es mejorable, ofrece subtítulos en castellano.