La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Washington's Blog
El suelo de Tokio, gravemente contaminado por la radiación de Fukushima
En agosto señalamos que algunas zonas de Tokio presentan más radiación que la existente en las Zonas de Exclusión de Chernóbil. Véase también esto y esto.
Hay indicios de que los niveles de radiación están aumentando en Tokio. El ingeniero nuclear Arnie Gundersen recogió recientemente cinco muestras al azar del suelo de Tokio y se encontró con que las cinco eran tan radiactivas que en Estados Unidos serían consideradas residuos atómicos y deberían ser almacenadas en una instalación especial en Texas.
De hecho, poco después del terremoto, las autoridades estadounidenses detectaron que la contaminación se había extendido por todo el norte de Japón, incluido Tokio, y afirmaron: «Toda la región debería ser catalogada como una zona radiactiva». No es de extrañar que las autoridades japonesas debatieran medio en secreto la potencial evacuación de Tokio después de que se produjera el seísmo.
[Fuente: Washington’s Blog. Traducción de C. M.]
26 /
3 /
2012