La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Apoyo al diario "Il Manifesto"
El histórico diario comunista italiano Il Manifesto está a punto de cerrar después de más de cuarenta años de intensa trayectoria política. Ello se debe a que el gobierno de tecnócratas neoliberales impuesto por la Unión Europea y liderado por Mario Monti, ha eliminado la financiación estatal para las publicaciones sin ánimo de lucro. Aun así, la redacción del diario no quiere darse por vencida y ha abierto una campaña de abonos y de ayuda económica que el lector puede consultar en la siguiente página web: http://www.ilmanifesto.it/approfondimenti/sostienici/
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2012