La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Un derecho para dos. La construcción jurídica de género, sexo y sexualidad
Trotta,
Madrid,
Juan-Ramón Capella
Por fin un excelente libro para examinar en profundidad la construcción jurídica —y por tanto política— de los conceptos de sexo y de género. T. Pitch se sitúa en la línea más fecunda del feminismo de la diferencia. Teoriza una libertad femenina en directa relación con el cuerpo y articula su libro en torno a las cuestiones siguientes: 1. Libertad femenina y nuevas tecnologías reproductivas; 2. El aborto; 3. Mujeres y maridos, madres y padres; 4. Violencia sexual; 5. Políticas del derecho y libertad femenina. A pesar del título, los tres primeros capítulos se refieren esencialmente a construcciones jurídicas relativas a las mujeres, y sólo en los dos últimos aparecen más relevantemente los temas relativos a la masculinidad. Así y todo, nos hallamos ante una obra muy notable, de referencia para el movimiento de emancipación femenina y más en general de emancipación del sexismo.
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2004