La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.
El Club de los Canallas
Anagrama,
Barcelona,
453 págs.
J.-R. C.
Una novela llena de humor, pero implacablemente seria, que evoca la Gran Bretaña de los años setenta, a punto de ser triturada por Margaret Thatcher. El agotamiento de la cultura del keynesianismo y los primeros pasos del neoliberalismo vistos por un escritor en posesión de excelentes recursos literarios.
3 /
2003