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Fuertebrazo

Sarna sin gusto sí pica: diez aforismos en tiempos de depresión

 

De esta dura crisis he aprendido sólo tres cosas: que no teníamos ni idea de economía; que la economía no era tan difícil como decían, y que los economistas no sabían de economía todo lo que decían saber.

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El “juancarlista” es un monárquico que aún no ha salido del armario.

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El Borbón no mata elefantes por casualidad, sino porque quiere exterminar a una de las pocas especies que tiene buena memoria y que podría recordarle que fue nombrado príncipe sucesor por un dictador.

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Hay quien se ha escandalizado por la reciente publicación de “aforismos involuntarios” entresacados de la obra filosófica de Fernando Savater. No es para tanto. Sería más escandaloso intentar entresacar de ella algo de filosofía…

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Aunque sea indirectamente, la mejor descripción de lo que ha sido el periodismo español en los últimos treinta años nos la han dado los mismos diarios con su receta para evitar la bancarrota: “Practicar un periodismo riguroso y de calidad”.

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La única diferencia entre un ladrón y un banquero es que el primero tiene al menos la amabilidad de trabajar a domicilio.

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Eduard Punset en El País (20/5/2012): “Un optimista es un ser que intenta mirar, al margen de las ideologías y de sus propias convicciones, lo que está ocurriendo en la realidad”. Fuertebrazo en mientras tanto: un pesimista es un ser que sabe que hay miles de personas que se crean su ideología y convicciones sobre la realidad leyendo bobadas como ésta.

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De joven era un idealista romántico y, como tal, un ferviente militante de la socialdemocracia. Pero ahora me he desencantado: tengo cincuenta años, soy padre de familia y creo que lo único que podemos hacer es sentar la cabeza, ser realistas y adaptarnos a las circunstancias. Por eso me he hecho comunista.

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El debate político empieza cuando calla el tertuliano televisivo.

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La vida política de la España democrática tendió a desarrollarse de la siguiente manera: el pepero se radicalizaba, el sociata se “renovaba” y el rojo se desmovilizaba. Y así nos ha ido. Nuestro país saldrá de la crisis el día en que el sociata se radicalice, el pepero se desmovilice y el rojo sepa renovar su entusiasmo militante.

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23 /

5 /

2012

¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.

John Berger
Doce tesis sobre la economia de los muertos (1994)

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