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Miguel Muñiz

Fukushima y las circunstancias que han rodeado la elección del gobernador de Tokio

El pasado 9 de febrero, todo Japón se encontraba bajo la peor tormenta de nieve que se recordaba en las últimas cuatro décadas, una tormenta que dejó un saldo de 11 muertos y decenas de heridos [1]. Por una desafortunada casualidad, dicho día era el que se había fijado para las votaciones en que se elegía el cargo de gobernador de Tokio.

El candidato oficial, el ex Ministro de Salud Yoichi Masuzoe, apoyado por el gobierno del PDL (Partido Democrático Liberal) y su primer ministro Shinzo Abe, obtuvo la victoria. Con una alta abstención (solo un 46,14 % del censo electoral participó en las elecciones) Masuzoe recogió 2.112.979 votos, y se impuso al candidato Morihiro Hosokawa, de 76 años, ex primer ministro de Japón entre 1993 y 1994, que quedó en tercer lugar con 956.063 votos tras Utsunomiya Kenji, apoyado por el Partido Comunista del Japón y el Partido Socialdemócrata, que obtuvo 982.594 [2]. La peculiaridad de estas elecciones ha sido que estaba en juego algo más que el nombramiento de un puesto gubernativo de importancia.

Porque la presentación de la candidatura de Morihiro Hosokawa constituye una anomalía en un escenario político como el de Japón; Hosokawa contaba con el apoyo de otro ex primer ministro, Junichiro Koizumi, de 71 años, que gobernó el país entre 2001 y 2006, y que se retiró de la política en 2008. Miembro del PDL, y considerado uno de los mayores defensores de la energía nuclear de la historia del Japón, Koizumi había abandonado su retiro y dado una conferencia el 12 de noviembre de 2013, en el Club de Prensa de Tokio, en la que criticó duramente al gobierno y manifestó que Japón debería cerrar todas las centrales nucleares de inmediato.

Dicha conferencia supuso una auténtica convulsión que puso en apuros al actual primer ministro Shinzo Abe, discípulo político de Koizumi. El sorprendente cambio de opinión en un tema tan sensible para Japón, era consecuencia de la visita realizada por Koizumi al único cementerio nuclear de residuos radioactivos de alta actividad que se halla en construcción en el mundo, Onkalo, en Finlandia; parece ser que la impresión que le produjeron las dimensiones gigantescas de una obra que, pese a su magnitud, solo está concebida para albergar los residuos de alta actividad de las 5 centrales nucleares finlandesas, provocó una reacción en un político que ahora, liberado de responsabilidades directas, puede manifestarse libremente [3].

Los medios de comunicación han descrito el resultado de estas elecciones como la victoria de la postura oficial del PDL sobre la primera candidatura japonesa declaradamente contraria a la energía nuclear. De hecho, el lema de la campaña de Hosokawa era “nucleares cero”, lo que había sido criticado por reducir a un solo tema una cuestión tan compleja como el gobierno de Tokio, pero todos los medios han eludido cuidadosamente profundizar en los motivos que han llevado a dos viejos políticos jubilados, y decididos partidarios de la energía nuclear en su día, a romper el silencio que impone la lealtad al sistema político al que habían servido, a abandonar su más que confortable estado volviendo a la vida política y, en el caso de Koizumi, a enfrentarse a su propio partido.

Un repaso de la situación de los diversos aspectos de la catástrofe durante el año 2013, ordenando las informaciones fragmentadas que suministran los medios, permite hacerse una idea de los motivos que empujan a personas como estas a manifestarse públicamente, ya que pueden hacerlo sin poner en peligro sus condiciones de vida.

Tenemos, en primer lugar, el vertido continuado de agua radioactiva al Océano Pacífico. Un vertido que primero fue silenciado, luego asumido a medias, y finalmente presentado como situación temporal a la espera de un plan de contención lleno de aspectos dudosos (bombeo y pared congeladora impermeabilizante), que se llevará a cabo en el otoño de 2014. Ante el más que previsible fracaso, ya se está preparando a la opinión pública para que acepte la que será la opción más probable: el vertido diario al mar de unas 300 toneladas de agua radiactiva que contiene más de 1,3 millones de Becquerels por Litro (B/L) de TRITIO, agua que proviene directamente de los reactores 1, 2 y 3. Una posibilidad que se contempla como “aceptable”, tanto por la autoridad reguladora nuclear japonesa, como por la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) [4].

A todo ello hay que añadir que los tres reactores agrietados siguen emitiendo radio-núcleos al aire, a razón de 10 millones de Becquerels por Hora (B/H).

Después hay que valorar el incremento detectado de casos de cáncer de tiroides y de episodios de insuficiencia cardíaca. Los primeros resultados del examen de 226.000 menores de edad (con una media de 16,8 años), en la prefectura de Fukushima, detectaron 26 casos de cáncer de tiroides confirmados, y otros 33 casos sospechosos. Un incremento de entre 7 a 14 veces mayor si se comparan con la media de 1,7 personas (de entre 15 y 19 años) por cada 100.000 habitantes contabilizadas en 2007. Y ello limitando el ámbito del estudio a la prefectura de Fukushima (no se quieren generalizar los estudios a todo Japón), y al cáncer de tiroides, única enfermedad que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) admite como consecuencia válida de las bajas dosis de radiación.

Los estudios existentes sobre las consecuencias de Chernóbil muestran la suma importancia del efecto causado por la contaminación por CESIO 137 en el sistema cardiovascular [5]. De hecho, en noviembre de 2012, el Hospital de Ohara, en la ciudad de Fukushima, entregó un estudio en el que se observa un aumento en el número de pacientes que sufren de insuficiencia cardiaca. Pero ni las autoridades ni los medios de comunicación mostraron interés.

Y, en tercer lugar, la elección del gobernador de Tokio tiene importancia en la estrategia de reapertura de centrales nucleares diseñada desde el gobierno. Tokio era la principal consumidora de la electricidad de las centrales de Fukushima Daiichi y de Kashiwazaki-Kariwa, y es, demás, la cuarta mayor accionista de TEPCO, la empresa propietaria dichas centrales.

Con más de 13 millones de habitantes, y una de las mayores economías ciudadanas del mundo, las decisiones del gobernador de Tokio tienen un peso importante, y más si consideramos que el 8 de julio de 2013, una vez publicados los criterios de la nueva NRA, la agencia reguladora nuclear que se fundó un año y medio después del inicio de la catástrofe, cuatro empresas presentaron inmediatamente los formularios de solicitud para conectar diez reactores en cinco centrales, y cuatro días más tarde se presentaron demandas para dos reactores más. Son las Unidades 1, 2 y 3 de la Central de Tomari; las 3 y 4 de Oi y las 3 y 4 de Takahama; la 3 de Ikata; las 1 y 2 de Sendai, y las 3 y 4 de Genkai; y que TEPCO, que también quería entregar el mismo día la solicitud para las Unidades 6 y 7 de Kashiwazaki-Kariwa, se enfrentó a una crítica tenaz por parte del gobernador de la prefectura local de Niigata, Hirohiko Izumida, quien tiene muy presente la experiencia del terremoto de magnitud 6,8 en la costa de Chuetsu del año 2007, que provocó un incendio en la Central.

En este clima de confrontación política, resultado de los impactos que la catástrofe nuclear está teniendo en la sociedad japonesa, se inscribe la estrategia puesta en marcha por el gobierno del PDL, dirigido por Shinzo Abe en complicidad con la industria nuclear. Dicha estrategia pasa por una calculada ambigüedad (nadie se manifiesta partidario de la energía nuclear cuando los índices de rechazo social se mantienen en torno al 80% de la población), en la insistencia en criterios técnicos (las normas de la NRA se defienden como “las más exigentes del mundo”), y en la represión de la disidencia por vía mediática y legal.

Dos ejemplos: desde que el gobernador Izumida expresó su malestar contra TEPCO por su intento de reabrir Kashiwazaki-Kariwa, sin contar con el gobierno local, la prensa japonesa enfatiza el aspecto emocional de su personalidad, y no explica los verdaderos motivos de su denuncia. Segundo, el gobierno aprobó, el 6 de diciembre de 2013, una polémica ley de secretos oficiales que castiga a aquellas personas que difundan informaciones que puedan ser conflictivas para sus intereses sin atender las protestas de grupos de escritores, editores, periodistas, abogados, científicos, expertos constitucionales y en derecho, historiadores, músicos, directores de cine, actores y actrices, médicos, representantes católicos y budistas, y de unas 6000 personas que participaron en la cadena humana que rodeó el Parlamento el 4 de diciembre, antes de la aprobación de la Ley [6].

Y esta estrategia implica también aspectos preocupantes de apelación al patriotismo y la irracionalidad, la lucha por obtener la celebración de las olimpiadas se inscribe en esa lógica en clave amable, pero basta examinar la trayectoria del candidato que quedó en cuarto lugar en las elecciones a gobernador de Tokio, Tamogami Toshio, que obtuvo 610.865 votos, para percibir aspectos inquietantes; general de las Fuerzas Aéreas de Autodefensa de Japón y miembro del Estado Mayor desde 2007, Tamogami Toshio mantiene un discurso ultranacionalista y populista que cuestiona el papel agresor de Japón en la Segunda Guerra Mundial, que niega la existencia de crímenes de guerra japoneses, y que considera la tragedia de las mujeres coreanas empleadas como esclavas sexuales por las tropas como una invención del gobierno de Corea [7]. Por dicho discurso Tamogami fue cesado, pero se trata de un discurso asumido con gran facilidad por sectores de la juventud del Japón.

Pero aún peor es la simpatía mostrada por el primer ministro, Shinzo Abe, hacia las posturas manifestadas por Tamogami en el tratamiento de la catástrofe de Fukushima. Tamogami defiende elevar los niveles legales de exposición a la radiación para hacer volver a las personas desplazadas a sus casas, ya que según él la radiación nuclear no es peligrosa [8].

El PDL movilizó a sus partidarios el 9 de febrero para que fuesen a votar a pesar de la nevada, una parte importante de la población no consideró el tema nuclear tan relevante como para moverse de su casa, mientras vive de espaldas a lo que sucede a su alrededor. Aspectos como estos, y como el uso de mendigos para trabajar sin control en las zonas más irradiadas de las centrales, o como el papel jugado por la mafia japonesa en la contratación de trabajadores [9], son los que muestran la verdadera cara de la energía nuclear, una energía que lucha con todas sus fuerzas por mantenerse.

El próximo 11 de marzo se cumplen tres años del inicio de la catástrofe, no lo dejemos pasar sin recordarlo en actos. Este artículo no hubiese sido posible sin la ayuda de personas de la comunidad japonesa en Barcelona que desean permanecer anónimas.

Notas

[1] http://es.euronews.com/2014/02/10/once-muertos-en-japon-por-las-fuertes-nevadas/

[2] http://www.nippon.com/es/nipponblog/l00058/

[3] Sobre la gigantesca construcción de Onkalo, palabra que en finlandés significa “Oculto”, y sus implicaciones trata el documental “Into Eternity”, realizado por el director Michael Madsen. Ver la página http://www.intoeternitythemovie.com/ También http://www.eldocumentaldelmes.com/es/documentals/63-into_eternity__cap_a_l_eternitat_.html El documental completo en inglés puede verse en http://www.youtube.com/watch?v=O8uh9UNHbzA

[4] Ver http://www.iaea.org/newscenter/focus/fukushima/missionreport041213.pdf Advisory point 5.

[5] Ver http://www.burbuja.info/inmobiliaria/5078846-post4486.html

[6] Ver video en http://www.youtube.com/watch?v=6C6C6JdxGBs

[7] Ver http://www.apa.co.jp/book_report/images/2008jyusyou_saiyuusyu_english.pdf y http://www.japanfocus.org/-herbert_p_-bix/2945

[8] http://govtslaves.info/official-radiation-fukushima-dangerous/ y las informaciones del excelente portal “resúmenes de Fukushima” http://resumenesdesdefukushima.blogspot.com.es/

[9] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=180478

 

[Miguel Muñiz es miembro de Tanquem Les Nuclears–100%EER, y mantiene la página de divulgación energética http://www.sirenovablesnuclearno.org/]

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2014

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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