La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Hundimiento de la civilización
Thinkerview,
Francia,
El pasado 3 de mayo Pablo Servigne, ingeniero agrónomo y doctor en biología, visitó Barcelona invitado por la Fundación La Caixa para impartir una conferencia sobre colapsología, un concepto no exento de ironía y humor negro según quienes lo han propuesto. Servigne es autor, junto con Raphaël Stevens, de tres libros sobre el posible colapso de la civilización industrial. Uno de ellos, del que damos cuenta en la sección “La biblioteca de Babel” de este mismo número, ha sido traducido al castellano con el título justamente de Colapsología. Reproducimos aquí una larga entrevista a Servigne por considerar que refleja más fielmente su pensamiento que la conferencia aludida.
30 /
5 /
2021