La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Cuba: el secreto de la isla bio
Arte TV,
Francia,
En Cuba hay más de 4.000 granjas urbanas que producen 1,5 millones de toneladas de vegetales sin pesticidas ni fertilizantes químicos. Debido al bloqueo, y para evitar la hambruna, a los agricultores no les quedó más remedio que desarrollar alternativas naturales que han reducido el uso de los químicos a prácticamente cero. Así se convirtió Cuba en una isla bio.
https://www.youtube.com/watch?v=vzbsNRrzy7k
30 /
6 /
2020