¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Los ciudadanos siervos
Trotta,
Madrid,
234 págs.
Antonio Giménez Merino
Ha sido publicada, en la editorial Trotta, la tercera edición (corregida) de este libro de nuestro compañero Juan Ramón Capella, inencontrable durante algunos años. Se trata de una notable contribución a la discusión sobre la naturaleza de la actividad política en el contexto de crisis cultural de las últimas décadas. El libro está estructurado en tres partes. Las dos primeras ahondan en la génesis de la crisis: por un lado, en la asunción de la inevitabilidad del llamado “tiempo del progreso”, con la consiguiente catástrofe ética y ecológica que conocemos; por otro lado, en la progresiva eliminación de toda concepción de la distribución de poder que vaya más allá de la democracia representativa, lo que se ha demostrado fatal para la democratización política en el contexto de mundialización del capitalismo. De ahí que la tercera parte del libro comience con una relectura del Manifiesto comunista que acerca al lector de hoy a una comprensión no dogmática y contextualizada de este clásico, y termine con una reflexión sobre las diversas formas de hacer política desde la izquierda: dos aspectos de necesario abordaje si compartimos la idea de que es necesario refundar una “acción colectiva emancipatoria” a la altura de nuestro tiempo.
6 /
2006