¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
El Lobo Feroz
Cajón Desastre
Democracia real ya
Grupos de personas, principalmente jóvenes, se movilizan para exigir democracia real ya. Pretenden la activación pacífica de la conciencia política. Están en contra de la corrupción de lo público. Exigen un cambio de la ley electoral porque como el Lobo firmante están hartos del desproporcionado sistema que manipula la relación entre el pueblo y la dirección política del Estado, el hermetismo de éste frente a las demandas sociales.
Estamos hartos de esos «representantes» irresponsables que legalizan cargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de la gente corriente.
El Sistema se luce con la intervención de la Junta Electoral Central: ¡se sostiene que pedir el voto responsable puede influir en la campaña electoral!
Pero se lleva la palma el Govern del nacionalismo derechista en el poder: la actual Generalitat catalana, que desaloja con violencia injustificable la Plaza de Cataluña barcelonesa. El comportamiento de los mossos de esquadra sólo merece desprecio. El pretexto es ¡el Barça! El Lobo teme que la represión del movimiento se acentúe en los próximos días. Estos políticos que sólo sirven para muñir votos sienten terror ante la gente corriente; recurren a la fuerza armada contra ella. Los helicópteros sobrevuelan Barcelona desde primera hora de la mañana. La madera, previsoramente, no lleva distintivos para dificultar que se exijan las responsabilidades penales correspondientes. Que no son sólo las de los brutales maderos, naturalmente.
La capacidad de las buenas gentes para no responder a la actuación de provocadores y reventadores en las protestas pacíficas es admirable.
No hay que bajar la guardia, sin embargo. Es probable que si el sistema opta por la represión la provocación forme parte de esa política.
El sistema político legaliza los recortes sociales, los laborales, el paro de millones. ¿Dónde quedan el derecho al trabajo y el derecho a la vivienda cacareados por la Constitución?
Y el sistema no sabe lo que se le viene encima: porque el desprecio por los sectores predominantes de una clase política corrupta y vividora no es de hoy ni de ayer. Viene de lejos. A la indignación por la gestión de la crisis contra las clases populares se añade ahora la expresión activa de la indignación política.
Como el sistema político no está dispuesto a hacer concesiones, puede tratar de emprender el camino de la represión. Seguir cercenando derechos y libertades. Hay que impedirlo. Hay que hablar de los deberes de los gobernantes y lograr que se asocien a las protestas los que todavía no han empezado a hablar. Recurrir a las variables tácticas que permitan asociarse a muchos.
El despertar pacífico de la conciencia política conducirá al despertar de la conciencia social. Pues no puede haber democracia real sin cambios sociales. El movimiento ha iniciado una carrera de fondo. Tiene enfrente, socialmente, la cultura insolidaria e individualista que el neoliberalismo ha inculcado a tanto cordero.
El movimiento no se va a agotar en el sprint inicial. La cuestión está ahora en la multiplicación en España de asambleas, juntas o comités locales, de barrio, etc. Y promover la internacionalización del movimiento iniciado. Toda la Unión Europea practica políticas de derechas, y serán muchos en otros países los que querrán poner remedio a eso. Ahora se trata de sumar.
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El vuelco
No por esperable el vuelco electoral deja de tener importancia. Muestra el hartazgo con unas políticas del Psoe que el PP va a continuar y ensanchar. El vuelco ha dejado desnudo al Psoe, sin ideas ni cuadros que las tengan. Pero al Lobo le preocupan también otras cosas: el incremento del voto xenófobo, lo arrollador de la victoria del Partido Popular sobre todo donde tenía candidatos vinculados a la corrupción. Al voto de castigo al Psoe se añade un voto de conciudadanos moralmente ciegos y políticamente incompetentes. La cultura política de los españoles no se ha modernizado de veras: sigue lastrada por 40 años de franquismo y casi otros tantos de bipartidismo imperfecto y hermético a las demandas sociales. Además de desesperar de la política, sobre todo de la de los más afines a él, el Lobo desespera de esa parte de la ciudadanía que sólo sabe mirarse el ombligo. El PP y el Psoe han dividido al país.
El Batacazo
Sin duda el batacazo del Psoe le impone un cambio drástico. Los medios de manipulación de masas nos van a servir una tediosa discusión sobre personas. Pero el tema no es ése. La cuestión es qué política, más claramente, qué estrategia política puede proponer ahora el Psoe. En el pasado González puso los cimientos de lo que ahora se ha venido abajo —Otan, Unión Europea, neoliberalismo— y eso dio resultado mientras llovían fondos europeos, incluso con manchas tan graves como los GAL y el ingreso en la Otan. Zapatero optó por verbalizar mejoras sociales casi gratuitas (leyes del aborto, del matrimonio entre personas del mismo sexo y ley de dependencia), pero se ha rendido a los especuladores y ha acabado recortando el gasto social, implicándose además en guerras e intervenciones inicuas. El Psoe parece hoy un pollo sin cabeza, programado por el mismo neoliberalismo que el PP. ¿Se ha finiquitado su capacidad política? Al Lobo no le parece que esa empresa de servicios políticos tenga capacidad para virar. No sabe adónde, pues a esos señores y señoras la izquierda (a la que tal vez creen pertenecer) les causa horror. Ante los poderosos agachan la cabeza.
Bildu
La irrupción del nacionalismo independentista en las elecciones locales de Euskadi parece el signo de que esa opción puede entrar en vías pacíficas. El Lobo, sin embargo, no es optimista. El vanguardismo violento todavía está en sus genes, y hasta ahora nadie entre sus filas ha empezado a criticar el tipo de cultura política que ese mismo nacionalismo engendró con su apoyo tácito o expreso, hasta hace dos telediarios, a la lucha armada.
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Viajar para encontrar ayuda
Hace unos años algunas españolas que precisaban interrumpir su embarazo viajaban a Londres, donde eso estaba permitido. Naturalmente, resultaba caro, y quedaba reservado para las personas de posibles. Con el tiempo se ha podido abortar legalmente en España, aunque condicionadamente.
Ante la estrechez de la nueva ley de cuidados paliativos, aún en discusión y miserablemente cicatera, las personas de posibles tendrán que viajar a Suiza u Holanda para conseguir ayuda para morir dignamente. Los demás tendremos que pasar por las horcas caudinas de los «cuidados paliativos». ¡Que no tengamos la desgracia de caer en manos de facultativos del Opus Dei y similares! ¿Cómo nos librará de eso el Estado? Cada persona ha de ser dueña de su propia vida, y debe poder ser ayudada por especialistas si quiere darla por terminada.
Por cierto…
A los médicos hay que exigirles toda la información sobre nuestra salud. No aceptar los informes sobre nuestros cuerpos de médico a médico en sobre cerrado. Hay muchas prácticas de ciertos médicos que es preciso erradicar. Tienen la obligación de informar al paciente para que éste —no ellos— pueda decidir.
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Le basta con la demagogia
A Rajoy la demagogia le basta: «¿Quién ha recortado las pensiones?» «¡Zapatero!», grita su multitud adicta; «¿Quién ha aumentado los impuestos?», «¿Quién ha reducido los salarios?», «¿Quién ha gestionado la crisis?», etc. «¡Zapatero!», «¡Zapatero!», «¡Zapatero!»…
Cero Principios Rajoy sabe que habla para intelectos pasionales (españoles que embisten si se dignan usar de la cabeza). Sabe que el socialismo neoliberal de Zapatero, una contradicción en los términos, se lo ha puesto en bandeja. Que la verdadera izquierda social está en recomposición después de años de desconcierto. Y de paso disminuida por el sistema electoral. Nada importa que la política de Cero Principios consista en acceder al gobierno para hacer lo que Zapatero y más (y lo que Artur Mas, Esperanza Aguirre y compañía). Sabe que su proyecto dañará a sus votantes y no votantes, salvo los bastante ricos para pagarse medicina privada, colegios privados para sus hijos, para tener segundas residencias, yates, amarres y chanchullos. Hay que abrir los paraguas de la solidaridad. El posible triunfo electoral del PP en las generales, una calamidad para la mayoría.
¿Por qué no hay crédito?
Es bastante sencillo: porque para los bancos, que podrían darlo, es más rentable especular con las deudas públicas de los Estados y apostar en los garitos neoliberales de «instrumentos financieros». Y no vigila nadie, como se verá a continuación:
El gobernador del Banco de España
Este Fernández Ordóñez vuelve a recomendar que se limiten aún más los salarios. La recomendación no es función suya. Sí lo era vigilar el endeudamiento de las cajas de ahorros y no hizo absolutamente nada (ahora carga con ese endeudamiento el dinero público). Este gobernador del Banco de España es un modelo de gobernador neoliberal. Salvo para pedir recortes salariales, impasible el ademán.
Nadie le hace responsable de nada.
Duración de las vacaciones
Angela Merkel quiere recortar las jornadas vacacionales anuales en España. Los defensores de la medida señalan que ésta, de momento, no afectará a los parados.
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2011