La lucha de clases, que no puede escapársele de vista a un historiador educado en Marx, es una lucha por las cosas ásperas y materiales sin las que no existan las finas y espirituales. A pesar de ello, estas últimas están presentes en la lucha de clases de otra manera a como nos representaríamos un botín que le cabe en suerte al vencedor. Están vivas en ella como confianza, como coraje, como humor, como astucia, como denuedo, y actúan retroactivamente en la lejanía de los tiempos.
Todo fluye
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores,
Barcelona,
2008,
288 págs.
Albert Recio Andreu
Tras la impresionante Vida y destino, nos llega ahora el último libro escrito por Grossman, Una visión descarnada de lo que significó el stalinismo. Aunque la reflexión pueda parecer la de un liberal, la dureza y la verdad de lo relatado no dejan lugar a dudas. La experiencia soviética tuvo mucho de desastre. El que ahora nos sigue obligando a hablar en voz baja de socialismo y alternativas al capitalismo. En todo caso una reflexión necesaria para entender qué formas de actuación no hay que volver a repetir. Para pensar sobre qué ideas y proyectos hay que pensar, luchar y construir una sociedad verdaderamente deseable.
30 /
4 /
2009