La lucha de clases, que no puede escapársele de vista a un historiador educado en Marx, es una lucha por las cosas ásperas y materiales sin las que no existan las finas y espirituales. A pesar de ello, estas últimas están presentes en la lucha de clases de otra manera a como nos representaríamos un botín que le cabe en suerte al vencedor. Están vivas en ella como confianza, como coraje, como humor, como astucia, como denuedo, y actúan retroactivamente en la lejanía de los tiempos.
La casa del jacobino
Hiperion,
Madrid,
La casa del jcobino
Juan-Ramón Capella
Colección de textos en prosa que, como a menudo ocurre con los artefactos literarios de García Montero, nos descubren el lado verdadero de la vida cotidiana, lo significativo que por su misma obviedad nos empeñamos en no ver. La concreción del pensamiento de García Montero revela una disciplina en el trabajo de escuchar, y de oír hasta la voz de los que no tienen voz.
Juan Ramón Capella
6/2003
6 /
2003