La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Pere Ortega
Informe 69: Malos humos militares
La huella de carbono del sector militar en España
El sector militar (fuerzas armadas e industria militar) es un gran consumidor de energía, la mayoría fósil y, por tanto, emisor de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Para evaluar su huella de carbono es necesario contemplar todas las fases del ciclo de producción, desde la extracción de materias primas necesarias para la fabricación de las armas y equipos militares, hasta la utilización de estas armas y la gestión de los residuos que todo ello genera. Los ejércitos, por su parte, además de cuarteles, instalaciones y bases militares, tienen campos de entrenamiento donde realizan maniobras y prácticas de tiro, todo ello genera residuos, como los generados por las municiones explosionadas o sin detonar que degradan suelos, aguas marítimas y los ecosistemas donde se llevan a cabo ejercicios y maniobra. Los conflictos armados y guerras además de causar muertes y mucho sufrimiento, destrucción y miseria entre la población que las padece, contaminan suelos y acuíferos, destruyen hábitats y biodiversidad y, por supuesto, emiten enormes cantidades de GEI a la atmósfera aumentando el calentamiento del planeta.
Sin embargo, las fuerzas armadas y el sector industrial militar no están obligados a informar de sus emisiones GEI. En el Protocolo de la COP de Kioto de 1997, las emisiones militares quedaron exentas. En el Acuerdo de la COP de París de 2015, se suprimió esta exención, pero se consideró voluntaria la aportación de información sobre emisiones militares, a criterio de cada país.
Este informe ofrece una estimación de las emisiones GEI de la industria militar y las Fuerzas Armadas españolas y defiende la urgencia de conseguir transparencia y control en las emisiones del sector militar, añadiéndose a la demanda de que los gobiernos de los estados informen de las emisiones militares y se comprometan a reducirlas, siendo uno de los sectores con mayor responsabilidad en la crisis.
Lee y descarga el resumen ejecutivo en castellano y en inglés, y el informe completo en castellano y en inglés.
[Fuente: Centre Delàs d’Estudis per la Pau]
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2025