Adam Shatz

La clínica rebelde. Las vidas revolucionarias de Frantz Fanon

Trad. de Raquel Marqués

Debate, Barcelona, 2024, 508 pp.

Cualquier hermano en una azotea.

Eldritge Claver (Panteras Negras)

Lyon, 1947, en un tren un niño le dijo a su madre: «¡Mira, maman, un négre!». El negro era el estudiante universitario Frantz Fanon (1925-1961), que grabó las palabras en su ser más infinito. Esto está en una biografía de Adam Schatz sobre Frantz Fanon y su mundo circundante. En castellano se publicaron tan sólo Frantz Fanon (1971) de Irene L. Gendzier, que era un panfleto argelino (en el mejor sentido de la palabra); y un libro de dibujos, Frantz Fanon (Akal, 2021) de Frédéric Ciriez (autor) y Romain Lamy (ilustrador).

La clínica rebelde es importante porque —a diferencia de otros libros— da cuenta de Fanon no sólo como político sino también como psiquiatra. La suma de ambas partes es lo que muestra cómo era Fanon.

Sin embargo, a pesar de su indudable interés, el libro presenta algunos puntos discutibles.

El primero, la masacre policial de argelinos y tunecinos de los bidonvilles de París el 17 de octubre de 1961 (¡y da la fecha de marzo de 1962!). Hubo, en realidad, 200 muertos. Aunque es cierto que cuarenta o más cadáveres fueron enterrados por la policía y no se conoce su identidad, aunque fueron contados por los militantes de la época y luego por la película documental Octobre à Paris (1962) de Jacques Panijel y la web http://17octobre1961.free.fr/, que reúne numerosos textos sobre la masacre.

En segundo lugar, Adam Schatz comenta exhaustivamente los textos de Fanon, pero al final del primero (Piel negra, máscaras blancas) incluye los comentarios que obtuvo el libro (entre ellos, la crítica de Georges Balandier). Schatz añade: «No le falta razón». Uno piensa que después de esto vendrá la «síntesis». Pero no es así: dicha síntesis» ha desaparecido entre los restos de nuestro pasado. No hay diferencia entre el autor y su crítico.

La clínica rebelde. Las vidas revolucionarias de Frantz Fanon es un recorrido por la vida y las obras de Fanon, pero también por las personas que tuvo muy cerca. Su mujer, Marie-Josèphe «Josie» Fanon Dublé (1930-1989), redactora de Demain l’Afrique. Su maestro en el psicoanálisis, el psiquiatra y miembro del POUM (1912-1994) Francesc Tosquelles Llauradó (que a principios de 2010 era alguien sepultado en el olvido y ahora es uno de los clásicos en la medicina psiquiátrica alternativa). El autor de Aden, Arabie (1931), Paul Nizan. El jefe de FNL y del Partido Comunista Argelino, Abane Ramdame (1928-1957), jefe de la Wilaya 4 (división territorial del FNL), amigo de Fanon y ejecutado al salir de la cárcel por los islámico-nacionalistas, presentes en el propio FNL. Patrice Lumumba (1925-1961), el primer ministro de la República Democrática del Congo cuyo asesinato no pudo impedir Fanon).

Aparecen también un largo etcétera de personajes que no tienen su presencia en los libros de historia: los ayudantes en las clínicas, sus asistentes en la guerra y en Túnez, siendo ya miembro del comité de FNL, los editores de sus obras (Francois Jeanson y Francois Maspero), o la traductora de sus obras originales Marie-Jeanne Manuellian (1927-2019).

Cuando Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir lo visitaron en Roma, Fanon les confesó que «Tengo sobre la conciencia dos muertes que no me perdono: la de Abane y la de Lumumba». Hay en eso un profundo sentido de patetismo.

Pues lo que lo que el libro cuenta es la Guerra de Argelia (1954-1962) a través de uno de sus máximos exponentes: Fanon. En Túnez, y en el FLN, no se podía discutir lo que estaba pasando. Lo que afecta también la matanza de 300 personas) en Melouza (mayo de 1957, atribuida a los franceses cuando fue otro atentado contra el FNL por parte de islamistas del propio FNL.

Patetismo hubo en las disputas durante la liberación; o en los disturbios en las ciudades del 4 de octubre de 1988 que precedieron a la victoria electoral del Frente Islámico de Salvación (FIS) y a una nueva guerra gubernamental contra los que pasaron a considerarse «antiislámicos». El FNL y el FIS son las más abiertas y dolorosas contradicciones que han disgregado al pueblo argelino.

Piel negra, máscaras blancas se emparenta con El segundo sexo (1949) de Simone de Beauvoir; y Los condenados de la tierra (1961) con El Estado y la revolución (1917) de Lenin (sic).

La aceptación de las ideas de Fanon cristalizó en la organización marxista y leninista de Panteras Negras (que no sólo aceptaron sus rasgos políticos sino que sacaron mucho provecho de los trabajos que había realizado acerca de las clínicas mentales). También influyó en el estallido de la revueltas de los estudiantes universitarios del Student Nonviolent Coordinating Committee; e influenció a palestinos como Edward Said (1935-2003).

La influencia de Fanon en psiquiatría está presente en La clínica rebelde. La experiencia de la clínica de Blida-Joinville es un material muy interesante sobre el otro Fanon. Así, practicaba las terapias de sueño a los agotados militantes del FLN al mismo tiempo que publicaba escritos muy meditados contra los colonialistas franceses, en la redacción tunecina de El Moudjadid.

La clínica rebelde es una obra que trata de Las vidas revolucionarias de Franz Fanon: la vida íntima (que no se menciona en esta reseña), su aspecto innovador en su relación con el psicoanálisis y su papel incondicional en la revolución argelina (con una amargura que le quemó el ánimo, como responsable de las mentiras que vio reflejadas desde el asesinato de Abane). Es un libro sumamente interesante y, por supuesto, muy necesario en este país para conocer a uno de los revolucionarios negros del siglo pasado.

[Versión revisada del texto original publicado en Espai Marx]