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Desde Historias Desobedientes, nos llega un cine desobediente

Isabel Alonso Dávila

En los recientes números 235 y 237, esta revista ya ha dedicado sendos artículos a la manera de hacer memoria que han imaginado y puesto en marcha las y los descendientes desobedientes de perpetradores y genocidas que asolaron las dictaduras latinoamericanas (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, etc.) en los años setenta y ochenta, y que antes habían asolado países europeos como Alemania y España, por ejemplo.

Acompañando a este movimiento, han ido surgiendo una serie de películas documentales. En algunos casos, porque las y los propios desobedientes son cineastas y se han dedicado a pensar, escribir, rodar y montar unas historias que ahondan en sus relaciones familiares, marcadas por el horror y dignificadas a través de la desobediencia. Este sería el caso de Pepe Rovano con Bastardo. La herencia de un genocida (Chile, 2023) o de Lissette Orozco con El pacto de Adriana (Chile, 2017). En otros casos, porque algunos cineastas han captado el interés que tenían estas historias y han propuesto a las desobedientes que se pusieran delante de sus cámaras para ser las protagonistas de un relato que, si bien afectaba a sus antecesores —a quienes denunciaban ante la sociedad—, lo hacía tomando como hilo de la denuncia la mirada de su hija —en el caso de Analía Kalinec en La hija indigna (Argentina, 2018)— o de su nieta —en el caso de Loreto Urraca en Urraca, cazador de rojos (España, 2022)—, dispuestas ambas, como buenas desobedientes, a colaborar con las películas y, por lo tanto, con la denuncia.

Estos cuatro filmes se podrán ver en el Centro Cultural la Model de Barcelona durante el viernes 25 y sábado 26 de octubre en unas «Jornadas de Cine Desobediente» organizadas por «Historias Desobedientes. Familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia» y la «Associació Catalana de Persones Expreses Polítiques del Franquisme» (ACPEPF).

Seguro que tendrán un gran interés, por lo que os dejamos aquí los enlaces a:

Las plazas son limitadas. Se respetará el orden de llegada de las inscripciones.

 

28 /

9 /

2024

La lucha de clases, que no puede escapársele de vista a un historiador educado en Marx, es una lucha por las cosas ásperas y materiales sin las que no existan las finas y espirituales. A pesar de ello, estas últimas están presentes en la lucha de clases de otra manera a como nos representaríamos un botín que le cabe en suerte al vencedor. Están vivas en ella como confianza, como coraje, como humor, como astucia, como denuedo, y actúan retroactivamente en la lejanía de los tiempos.

Walter Benjamin
Tesis sobre la filosofía de la historia (1940)

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