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Francisco José Chamorro

1. Dos cuestiones fundamentales

I

En qué piensas desde que trabajas en las industrias cárnicas,

desde que las máquinas se han convertido en un tratado de

[música concreta.

 

En qué piensas cuando sales del polígono en la inmensidad de

[la noche

y no sabes astrología

y mirar lo desconocido es mirar la nada.

 

En el trayecto hasta casa

y eso que no tienes casa:

un microondas, un frigorífico, un sofá, una cama y un calendario

[porno no son una casa.

 

En el comedor

mientras todos comen

en qué piensas,

si el vacío convive con los objetos y les otorga espacio: mesas,

[sillas, bandejas.

 

Se consume todo en su forma.

 

Qué sientes al meter catorce piezas de lomo en una caja

y flejarla

y ponerle una pegatina

y enviarla a un desconocido.

 

Qué sientes en ese abismo.

 

Toda esa carne no es tu carne

pero parece hecha de la misma materia.

No sabes dónde ir y eso consume los turnos de ocho horas.

 

Qué sientes cuando entras en un congelador a menos treinta

[grados

y fuera arde el día

y se queman cuerpos

y la gente se muere.

Qué sientes en ese precipicio.

 

En qué piensas cuando llega el sábado

y te bebes un whisky

y te hierve la garganta

y concluyes que esas chicas que te abandonaron no son nadie,

que tú tampoco eres nadie,

pero que el whisky llega tan hasta el fondo

que agarras el vaso como si fuese tu padre muerto.

 

Le dices algo a la camarera.

Ella no sabe que trabajas en las industrias cárnicas.

Ella sólo sabe que bebes whisky, que no eres nadie,

pero no te preocupes

la camarera te quiere,

las camareras nos quieren.

II

[…]

2. La idea de una concepción política de la justicia

Suelo tomar whisky pensando en el PSOE,

en el PP, en IU, en Podemos, en Ciudadanos, en toda la

[política española.

 

Todo es política: las novias que te dejaron,

a las que dejaste, la universidad, el dinero,

las cajas de ibuprofenos, la Cruzcampo, todo.

 

Todo es política.

 

Whisky con agua.

 

No sé cómo gestionar el dolor de los días felices, su vacío,

su gesto de rechazo, duele su plenitud,

el dolor es tan claro cuando está, tan claro cuando vuelve.

 

Y quién soporta la claridad a estas horas, el bebercio, la política,

y quién soporta la claridad a todas horas, qué han hecho conmigo,

por qué duele todo.

 

Todo es política.

Las novias que te abandonaron, felices, continúan alegrándose,

hay cierta claridad en tu pobreza, cierta altitud, cierto

[desequilibrio.

 

No sé, amor, quizás fue porque no me arruiné para ir a verte

[a todas esas ciudades:

Bilbao, Roma, Berlín, Madrid, Valencia, Sevilla, quizás fue

[por eso, por no agotar

el dinero, por no ir a verte, quizás fue por eso,

 

y de política, Rawls y poco más, amor, Rawls y poco más,

y de ti, amor, de todos los tipos que se acostaron contigo,

a los que mentiste, de los que te enamoraste, cariño, todos son

[política,

y de mí, cariño, he pensado en comprarme unas Ray-Ban,

en dejarme bigote durante el verano,

no sé, amor, igual no te gusto con bigote,

el dolor también es política, amor, el dolor que dejaste,

[la desesperación,

su forma en la fatiga, su forma en la copa, en la santa copa de

[los congresos.

 

No sé, amor, ya no soporto esta claridad, voy a arrancarme los ojos,

dejar aquí este poema, este canto, dejarlo morir, lo voy a hacer,

[ciao

En cambio, volveré a ocuparme de nuestra primera pregunta,

la cual me lleva a plantear esta otra:

¿qué podría hacer la filosofía política

para hallar una base compartida para dirimir

el tan fundamental problema de indicar la familia de instituciones

más apropiada para asegurar la libertad democrática y la igualdad?

 

De: Liberalismo político (Hiperión, 2018)

 

[Francisco José Chamorro es un poeta extremeño, además de camarero, trabajador en las industrias cárnicas y graduado en Filosofía. En 2017, su poemario Liberalismo político fue galardonado con el XX Premio de poesía joven «Antonio Carvajal». En 2020, con Teoría de la justicia, obtuvo el Premi València de la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis i d’Investigació].

30 /

6 /

2024

La «otredad» política se fundamenta en algo enteramente distinto [a conseguir «bazas de representación política» más o menos amplias y más o menos honradamente gestionadas]: en la construcción de ámbitos públicos voluntarios de interrelación social, abiertos y, sobre todo, capaces de autodeterminarse. […] Su germen es el asociacionismo voluntario: la entrega voluntaria de actividad y tiempo personal puestos en común con otros para realizar objetivos compartidos.

Juan-Ramón Capella
«Otra manera de hacer política», Los ciudadanos siervos (1993)

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