La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Antonio Antón
Izquierda transformadora: Introducción
Este libro, Izquierda transformadora —edición digital y de acceso libre (366 pp.)— tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de los últimos quince años en España y, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años en torno a la frágil relación Sumar/Podemos con la perspectiva inicial de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones, y rota más tarde.
Utilizo de forma preferente la expresión ‘izquierda transformadora’ para caracterizar a todo el conjunto de formaciones políticas, agrupadas en la coalición electoral Sumar para las elecciones generales del 23 de julio de 2023 —incluido Podemos—, que mantienen una actitud más exigente y reformadora en beneficio de la mayoría popular. Está diferenciada de la socialdemocracia retórica del Partido Socialista que, en el comienzo de este ciclo sociopolítico progresista en 2010, ejercía una gestión dominante de carácter socioliberal ante la crisis socioeconómica, aunque luego, tras un lustro de crisis, se ha renovado parcialmente con el nuevo sanchismo. Por otro lado, se diferencia de las izquierdas nacionalistas periféricas, con puntos comunes en su identidad social y sensibilidad plurinacional pero distintas de estas respecto de su énfasis en el nacionalismo particular. Así, esta izquierda nueva tiene un perfil más crítico, democratizador e igualitario, por la justicia social, laboral y distributiva, además de otros ejes específicos como su feminismo, su ecologismo y su plurinacionalidad federal/confederal.
Son también fuerzas democráticas y progresistas, aunque con este término también se pueden englobar a otros partidos como el socialista o los grupos nacionalistas periféricos, con sus respectivas ambivalencias, así como otros actores sociopolíticos, movimientos y grupos sociales, en particular el grueso del movimiento sindical, el feminista o el ecologista.
Ello se enmarca en la polarización última entre los sectores progresistas —predominantemente, las izquierdas— y los conservadores —bloque de derechas o reaccionario—. Ambas agrupaciones son diversas y ante el tema que nos ocupa la cuestión a dilucidar es el grado de lo común y lo diferente en el bloque progresista entre Partido Socialista y Unidas Podemos/Sumar. Incluso cabe hablar de tres bloques diferenciados: derecha extrema —con ausencia del centro/centro—, centroizquierda moderada e izquierda transformadora; en todo caso, es diferente a cierto imaginario binario entre bipartidismo gobernante (PP/PSOE), referente de la oligarquía, y fuerzas populares —emergentes—, representantes de la mayoría social, típico del populismo de izquierda.
Un problema interpretativo y político es la caracterización del Partido Socialista, su pertenencia a un campo u otro y, por tanto, el sentido de sus estrategias y sus alianzas o, al contrario, la definición de su izquierda o las fuerzas alternativas y la actitud hacia ellas. Aquí, partiendo de la ambivalencia socialista o su doble papel estructural e histórico, se considera el contexto concreto en cada etapa sociopolítica que explica la doble relación que la izquierda transformadora, en su diversidad, tiene con él, desde ser socios y aliados hasta competir como adversarios por tener un proyecto global y variadas políticas diferenciados. La combinación de la cooperación y la competencia por ambas partes será un elemento permanente de evaluación y definición política y de alianzas en cada fase histórica. No me extiendo; es un debate vivo en la propia izquierda transformadora sobre el que haré alguna alusión concreta.
Esos dos rasgos, izquierda y transformadora, definen lo fundamental de su perfil identificativo configurado por su experiencia vital: material, cultural y sociopolítica, y en un contexto estructural y sociohistórico determinado. Pertenecer a la izquierda —complementado con otras identificaciones como progresista o en otros ejes como el género o el étnico-nacional— supone un anclaje en valores y estrategias fundamentales basados en la igualdad, la democracia, la protección social y la regulación pública. Y transformadora porque, más allá de la oposición necesaria a los recortes sociales y la involución política, se plantea avances sustantivos de progreso, no solo retóricos y menos reaccionarios, en los planos socioeconómico, relacional, cultural y político.
Esa denominación es más precisa que otras que, ocasionalmente, se pueden utilizar para definir todo ese conglomerado de formaciones y tendencias políticas como izquierda alternativa, izquierda del PSOE o espacio del cambio de progreso; e igualmente, es más sustantiva y clarificadora respecto de otras expresiones de carácter sociodemográfico o más ambiguas ideológicamente —si no está reflejado su significado en una amplia experiencia inmediata— como unidad popular, movimiento ciudadano o pueblo, salvando el significante frente amplio, por su virtualidad latinoamericana y utilizable como referencia unitaria de masiva articulación cívica, social y política. Además, aunque algunos sectores pueden sentirse incómodos con esta denominación, la gran mayoría de ese espacio —según el CIS o 40dB— se autoidentifica como perteneciente a la izquierda y una minoría al centro.
Por otra parte, dejando aparte la izquierda nacionalista periférica, esta amplia corriente política y cívica es muy diversa, incluso en su principal rasgo sociopolítico identificador —izquierda transformadora— que nos sirve para diferenciar todo ese conglomerado de la tendencia socialdemócrata, más continuista. En todo caso, dentro de ese marco reformador y de cambio en beneficio de las mayorías populares existen dinámicas, orientaciones y discursos más moderados y posibilistas y otros más exigentes y críticos, reflejados en las controversias y procesos legitimadores de las distintas sensibilidades internas.
Tras esta «Introducción», el contenido está distribuido en diez capítulos.
El primer capítulo, «Transformación social e identidades colectivas», analiza los debates sobre el carácter de las izquierdas o, si se quiere, sobre las fuerzas progresistas y alternativas, que es recurrente desde el siglo XIX y, especialmente en las últimas décadas. Es inmenso el reto estratégico, político y teórico para afrontar las grandes transformaciones del capitalismo y los reequilibrios de fuerzas sociales y políticas y, sobre todo, para conformar un proceso transformador igualitario-emancipador. Se ha producido la crisis de la socialdemocracia con su giro centrista o de tercera vía, así como la de la izquierda comunista, tras el derrumbe del Este y el modelo soviético.
Por otra parte, se han generado algunas dinámicas renovadoras, por la aparición de la llamada nueva izquierda y los nuevos movimientos sociales, ya en los años sesenta y setenta. En el marco de la crisis socioeconómica y la imposición prepotente de políticas neoliberales regresivas, muchas de ellas compartidas por los partidos socialistas en Europa, se han generado nuevas respuestas populares y democráticas de carácter progresivo. Se está reconfigurando la representación política de las izquierdas o el espacio violeta, verde y violeta, aparte de la temática de la plurinacionalidad o la crisis territorial.
En este capítulo he reunido dos reflexiones sobre las izquierdas y la pugna cultural, sus perfiles estratégicos y teóricos y su impacto en sus identificaciones; las dos siguientes profundizan en la ambivalencia de las identidades y las características de los identitarismos o movimientos identitarios, y las dos últimas exponen dos aspectos teóricos sobre el papel de la comunidad y lo común y su relación con el individualismo y la función del trabajo, los cuidados y la reproducción social y la actividad sociocultural; termino con una reflexión sobre la meritocracia y la igualdad.
El segundo capítulo, «Sujetos, acción colectiva y hegemonía», trata las características y la interacción de esos procesos constitutivos de las fuerzas sociopolíticas con una perspectiva progresista o igualitario emancipadora. Tiene cinco partes. La primera, “Una identificación de clase relacional y multidimensional”, explica las trayectorias y la interacción y multidimensionalidad de las pertenencias colectivas y el concepto de clase social. La segunda, “La lucha de clases antifranquista” es una reseña del libro de Xavier Doménech sobre ese tema, en la que destaco su aportación teórica y política desde el análisis multilateral de esa experiencia histórica de la formación de la clase obrera española como sujeto sociopolítico. La tercera, “Identidad y hegemonía. En torno a E. P. Thompson, Laclau y Gramsci”, es una reflexión más teórica en la que parto del comentario de tres interesantes libros de teoría social con referencias ideológicas más generales para definir la importancia de la ideología y el debate cultural y la necesidad de superar el marxismo y el posmarxismo. La cuarta, “Lucha de clases y/o pugnas identitarias”, expresa esa interacción de esas dos dinámicas complementarias y conflictivas que se deben reinterpretar, con un enfoque realista, relacional y sociohistórico. Y la quinta, “Acción sociopolítica y/o lucha ideológica” señala un aspecto fundamental de esa conversación, la combinación entre pugna sociopolítica, gestión institucional y acción cultural-ideológica, en el marco del proceso renovador de la izquierda y los movimientos alternativos.
El tercer capítulo, «Vigencia de las clases sociales», explica el carácter de las clases sociales, su estructuración, formación y pugna que atraviesan las distintas corrientes ideológicas, políticas y socioculturales. En particular, existe una fuerte controversia histórica sobre la composición y el papel de las clases trabajadoras, supuestamente en declive, en contraposición con el auge político-mediático de las clases medias. Aquí voy a hacer alusión a algunas de estas posiciones, con el ánimo de actualizar los análisis y readecuar un enfoque realista, crítico y transformador. Primero, señalo el sentido de la mayor visibilidad mediática y política de las clases sociales derivado del nuevo discurso del presidente socialista del Gobierno, Pedro Sánchez, con el que ha arropado su nueva iniciativa política. Segundo, con abundantes datos sociológicos explico la situación de las clases sociales por su situación objetiva, la identificación subjetiva de clase y las trayectorias sociolaborales ascendentes y estancadas de las clases trabajadoras. Tercero, analizo varias controversias: el concepto relacional de clase y el nivel de rentas, la relación de dominio/subordinación y las alianzas de clase, el auge de las clases medias y su sesgo interpretativo, la transversalidad popular frente a clases dominantes y la clase social como sujeto colectivo.
El cuarto capítulo, «Sumar en la encrucijada», junto con una carta abierta a Yolanda Díaz, elaborada al comienzo de este proceso unitario en noviembre de 2022, explico las características y retos de Sumar con cuatro aspectos fundamentales: la distinción entre movimiento ciudadano y plataforma político-electoral, el cambio de primacía dirigente en el espacio del cambio, el principio de realidad y la pugna partidista y la unidad del espacio del cambio, con unas conclusiones generales con la articulación política y cívica.
En el quinto capítulo, «Una estrategia transformadora», señalo la doble problemática, socioeconómica y político-institucional, la alternativa de más democracia y justicia social y la relación entre estrategia, proyecto y fuerza social. De forma complementaria a estos dilemas estratégicos, analizo tres temas significativos: las tendencias del sindicalismo, la existencia de un amplio y nuevo pacifismo y el papel de los intelectuales comprometidos.
La pugna por el relato sobre la situación socioeconómica y laboral de la sociedad es fundamental. La preocupación social principal afecta a este campo. La cuestión no es solo analítica sino, sobre todo, de legitimación de la gestión política, fundamentalmente entre el Gobierno de coalición progresista, con sus socios parlamentarios, y la oposición de derechas. A ella se añade la segunda preocupación ciudadana, que es, precisamente, la desconfianza en las instituciones, el Gobierno y la clase política, vistas por una parte significativa de la población como problema y no como solución.
Por tanto, la disputa política y mediática tiene que ver con la legitimidad de esos dos bloques y sus estrategias para encarar esos problemas socioeconómicos y democráticos, y, en este año electoral de 2023, reforzar sus apoyos sociales y electorales para consolidar su estatus de poder y de gestión. Más allá del rechazo a la estrategia neoliberal y reaccionaria de las derechas, conviene explicar los límites e insuficiencias de esa política reformadora y la necesidad de afianzar una estrategia transformadora de mayor alcance, un reformismo fuerte con mayor apoyo popular que permita revalidar una senda de progreso.
El capítulo sexto, «Consentimiento y retos para el feminismo», se enmarca en un contexto en que era real la amenaza de la victoria de las derechas en las elecciones generales del 23 de julio de 2023, lo que podía constituir una involución de los derechos feministas y los avances para las mujeres y colectivos LGTBI. Era un reto inmediato que superar por el movimiento feminista y la amplia activación cívica de la cuarta ola feminista, así como para el conjunto de las fuerzas progresistas. A partir de esta encrucijada se realiza una valoración más general de los retos y teorías para el feminismo, las características de un feminismo transformador, la prioridad del consentimiento como criterio relacional y su relación con el deseo y la voluntad individual. La idea básica es que entre el machismo y el feminismo no cabe la neutralidad ni ponerse de perfil.
El capítulo séptimo, «Liberalismo y pensamiento crítico», partiendo de la relevancia de la nueva cuestión social, analiza los fundamentos de la interpretación liberal y socioliberal sobre los fallos del mercado y explica la tradición reguladora, redistribuidora y protectora vinculadas al keynesianismo y las izquierdas democráticas. Por tanto, expone las insuficiencias del liberalismo y la necesidad de un esfuerzo analítico y reflexivo para desarrollar una teoría social crítica que dé soporte a un cambio social y político de progreso. De forma adicional, explico el debate sobre el significado y las controversias de la transversalidad y el diálogo social. Además, valoro el doble carácter del liberalismo y una trayectoria desde la izquierda radical hacia el socioliberalismo.
El capítulo octavo, «La compleja formación del frente amplio», tiene cinco secciones. En la primera señalo la conveniencia y necesidad de un acuerdo entre Sumar y Podemos. En la segunda hago un análisis sociológico de las características y condiciones para la unión de las fuerzas del cambio, con la explicación de la diversidad semántica de Sumar y su representatividad y la importancia del principio de realidad y las primarias. En la tercera valoro el factor decisivo de la unidad entre Sumar y Podemos, en la misma coalición electoral para salvar el próximo gobierno de coalición, analizando en particular los trasvases y clasificaciones electorales, así como las responsabilidades políticas ante el fracaso de la unidad. En la cuarta hago una valoración más general de las dificultades divisionistas que deben superar las izquierdas para consolidar su unidad y reforzar su capacidad transformadora. Y en la quinta sección trato el papel de la coalición Sumar como alternativa transformadora, en particular las características del mínimo acuerdo de coalición alcanzado, el sentido del cambio de ciclo político, la credibilidad transformadora y el factor unitario, los problemas y preocupaciones de la población y una reflexión sobre la relación entre medidas parciales, gestión política y cambio global.
El capítulo noveno, «Perspectivas tras el 23-J: nueva etapa progresista», analiza cinco grandes rasgos: La remontada progresista en las pasadas elecciones generales; las características de las bases sociales y electorales de las fuerzas progresistas; la victoria de las izquierdas y sus aliados en las elecciones generales del 23 de julio de 2023, con las insuficiencias por superar y el recambio dirigente y la necesaria articulación de la pluralidad interna de la izquierda transformadora; los ejes programáticos de la reforma social y territorial, con un escenario difícil pero alentador; y las claves para afianzar el campo progresista y las características de la gobernabilidad y la agenda social.
El capítulo décimo, «La articulación de la izquierda transformadora», amplía el foco de la reflexión anterior sobre el cambio de liderazgo y primacía dirigente producida en Sumar respecto de Podemos, con las características políticas y organizativas de la nueva coalición y los criterios democrático-pluralistas para su articulación. Desarrollo un análisis de la evolución de sus bases sociales y electorales, con varias etapas, dentro de la persistencia del ciclo progresista de más de una década en el que todavía estamos: la etapa de formación del campo sociopolítico y electoral (2010-2014); el periodo de la máxima expresión electoral de las fuerzas del cambio, de forma diferenciada del Partido Socialista (2015-2016); el lento y gradual declive del apoyo electoral, ya significativo en el año 2019, junto con la reafirmación institucional en el Ejecutivo de coalición y el empuje y la corresponsabilidad gestora de la reforma social y democrática hasta el presente; por último, las expectativas y planes colectivos sobre la rearticulación de ese espacio bajo la coalición Sumar y las controversias con Podemos, como nueva representación institucional y unitaria plataforma política, y cómo hacer frente a los riesgos divisionistas para fortalecer un frente amplio, con una reflexión final sobre sus perspectivas.
Este texto es una recopilación de artículos y ensayos publicados el último año en diversos medios (Público, Mientras Tanto, Ctxt, Nueva Tribuna y Rebelión), que han sido revisados y ordenados para esta edición, así como diversas investigaciones académicas de ciencias sociales elaboradas en este periodo. Una primera versión del primer capítulo se publicó en el libro Perspectivas del cambio progresista (2021) y versiones iniciales del segundo capítulo se han publicado en los libros Dinámicas transformadoras. Renovación de la izquierda y acción feminista, sociolaboral y ecopacifista (2022) y Feminismos. Retos y teorías (2023).
El análisis se realiza desde la teoría crítica, en particular de la sociología política, la sociología de los movimientos sociales, la acción colectiva y el cambio social, y la sociología del género, con un enfoque realista, relacional y sociohistórico.
16 /
1 /
2024