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Pablo Neruda

Los enemigos

Ellos aquí trajeron los fusiles repletosde pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio,ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,un pueblo por deber y por amor reunido,y la delgada niña cayó con su bandera,y el joven sonriente rodó a su lado herido,y el estupor del pueblo vio caer a los muertoscon furia y con dolor.Entonces, en el sitiodonde cayeron los asesinados,bajaron las banderas a empaparse de sangrepara alzarse de nuevo frente a los asesinos.Por esos muertos, nuestros muertos,pido castigo.Para los que de sangre salpicaron la patria,pido castigo.Para el verdugo que mandó esta muerte,pido castigo.Para el traidor que ascendió sobre el crimen,pido castigo.Para el que dio la orden de agonía,pido castigo.Para los que defendieron este crimen,pido castigo.No quiero que me den la manoempapada con nuestra sangre.Pido castigo.No los quiero de embajadores,tampoco en su casa tranquilos,los quiero ver aquí juzgadosen esta plaza, en este sitio.Quiero castigo.

De: Canto general (1950)

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2023

¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.

John Berger
Doce tesis sobre la economia de los muertos (1994)

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