¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Eleanor Marx
¡Siempre adelante!
Escritos y cartas 1866-1897 (intr. de Alia Trabuccco Terán; trad. de Ángelo Narváez León)
Traficantes de Sueños,
Madrid,
2022,
531 págs.
Me equivoqué
Josep Torrell
Inés Rodríguez y Mikel Iriarte —amigos míos de los buenos tiempos (y bastante rojillos)— me advirtieron que me equivoqué en una reseña aparecida en mientrastanto.e (y me enviaron el libro a la mañana siguiente).
Era el libro de Tussy o Eleanor Marx (1855-1897). Sus allegados cuentan que Marx en los últimos años tuvo sólo dos aficiones: su afecto por Tussy y la terminación de El Capital. Al día siguiente del entierro de Marx, en 1885, Eleanor implicó a todos los revolucionarios de Europa en la edición de los escritos de su padre.
En julio de 1871, a los 16 años, fue a Francia en un viaje familiar y vivió en el París de la Comuna. Cuando estuvo lista la Historia de la Comuna de París de 1871 de P.-O. Lissagaray, lo corrigió, página por página, con Lissagaray y Marx. Fue la correctora de Engels (de El origen de la familia.., por ejemplo). Como traductora se especializó en Flaubert, Ibens, Lissagaray y dos libros de Marx. En 1883, con 27 años, junto a Engels, se encargó de la edición inglesa de Das Kapital (que se publicó en 1887).
En 1884, a los 29 años, se fue a vivir con Edward Aveling, un conocido actor, jugador y estafador, motivo de sufrimiento para Eleanor.
Como militante política, en 1884 se unió a la Federación Social Demócrata y fue elegida para entrar en su ejecutiva, empleando parte de su tiempo en dar conferencias sobre socialismo. En 1890, a los 35 años, formó parte de la dirección de un sector de trabajadores que se apartó del partido y fundó el Partido Socialista Laborista.
Antes había sido militante sindical. En 1889, cuando ella tenía 34 años, fue fundado el Sindicato Nacional del Gas y Trabadores Generales (con mil millones de afiliados). En 16 de octubre se eligió a Eleanor para trabajar en el exterior, lo que le permitió viajar a muchos congresos. En 1896 acudió al congreso de los sindicatos internacionales y tuvo contacto con Clara Zetkin y Rosa Luxemburg, que estaban en el mismo bando.
Su labor consistía en reuniones, mítines, redacción de panfletos, etc. En 1897, Eleanor habló en representación del sindicato y del partido en más de ochenta mítines por todo el país con el consiguiente cansancio.
En 1898, a los 43 años, fue advertida por Aveling de que él ya estaba con otra persona y que Eleanor tenía que abandonar el piso en el que vivía (que era de él). Fue un golpe que quebró su moral. El 31 de marzo Eleanor se suicidó con un veneno (ácido prúsico).
¡Siempre adelante! Escritos y cartas 1866-1897 contiene las Cartas 1866-1898; Literatura y socialismo, donde están los escritos sobre Shakespeare e Ibsen; El espectro del socialismo (?) que recoge los escritos sobre Rusia, un mitin y prólogos acerca Lissagaray y Plejánov, y dos escritos de Marx; La cuestión de la mujer, con nueve artículos; y Sobre el suicidio de Eleanor Marx, en el que se destaca su entierro y el discurso de Robert Bannon, que desprende un desgarrador afecto y la amargura por la muerte de la compañera.
Además, hay un artículo de Eleanor, «Reminiscencias», que es excelente. Un anuario obrero austríaco le pidió algo sobre su padre. Eleanor tuvo una imagen genial: Marx y los juguetes, los pastelillos, las lecturas de la infancia, etcétera. Es decir: el otro Marx descrito por su propia hija.
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2023