La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Sophia de Mello
Revolución
Como casa limpia
Como suelo barrido
Como puerta abierta
Como puro inicio
Como tiempo nuevo
Sin mancha ni vicio
Como la voz del mar
Interior de un pueblo
Como una página en blanco
Donde el poema emerge
Como arquitectura
Del hombre que levanta
Su vivienda
27 de abril de 1974
De: «Navegaciones» – «Deriva», 1983
Recogido en «Nocturno de Mediodía» – Antología Poética – 1944 – 2001
Traducción de Ángel Campos Pámpano
Ed. Galaxia Gutenberg, 2004
[Sophia de Mello fue una de las poetas portuguesas más importantes del siglo XX. Recibió el Prémio Luis de Camõens (1999) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2003). Tras la Revolución de los Claveles fue elegida diputada a la Asamblea Constituyente por el Partido Socialista.]
30 /
4 /
2023