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La Redacción de «mientras tanto»

En el fallecimiento de Mariano Maresca

El pasado 9 de enero falleció en Granada Mariano Maresca, profesor de filosofía del derecho e importante referente cultural sobre todo de la ciudad de Granada y en general en Andalucía. Mariano ha sido un compañero y un amigo de varios de los miembros de la redacción de mientras tanto, a los que ha conmovido profundamente su desaparición.

Mariano Maresca había nacido en Almería en 1945, aunque su actividad principal tuvo por escenario la ciudad de Granada —con intervenciones también en Madrid, Barcelona y Sevilla—. Como profesor ejerció una notable influencia al ser capaz de orientar efectivamente el trabajo intelectual: son muchas las personas que le han recordado estos días pasados en la prensa granadina. La calidad de su actividad como dinamizador cultural tiene escasos equivalentes en toda la península. Había sido un muy notable militante contra la dictadura.

Hipótesis sobre Clarín (Granada 1985) recoge su significativa tesis doctoral. Otra publicación importante suya es, en colaboración con J. I. Mendiguchia, Saló. El infierno según Pasolini (Córdoba, 1993). Las cosas que hemos visto recopila algunos artículos publicados en la edición andaluza de El País, del que fue columnista de 2004 a 2008.

Dos revistas importantes deben su vida a Mariano Maresca, que fue su alma y su editor: La Fábrica del Sur, aparecida en los años ochenta, una revista cultural de sobresaliente calidad, y, más tarde, en formato digital, en los noventa, la revista Olvidos de Granada. También hay que mencionar actividades culturales, tanto en su Facultad de Derecho, por ejemplo un importante ciclo de conferencias dedicadas al bicentenario de la Revolución francesa, entre otras muchas, cuanto en sesiones de Seminario en el grupo de Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona. Participó en acciones contra la entrada en la OTAN, o el Tratado de Maastricht —cuando se perdió la soberanía económica—, o a favor del “no” en el referéndum sobre la Constitución europea. Mantuvo vivo su activismo mientras la salud se lo permitió.

Mariano Maresca era un referente y en algunos casos un maestro para numerosos intelectuales. Fue amigo de Alberti, Luis García Montero, Juan Vida, Almudena Grandes y Laura García Lorca, entre tantos otros, como su querido discípulo Pedro Mercado o J. I. Mendiguchía.

Mariano era una persona cariñosa, cordial, de conversación inteligente, irónico, muy preciso en el calificativo. Llenaba a sus amigos de silenciosos detalles de afecto; era alguien que además ponía toda su pulcritud y su esmero en su actividad profesional. Su salud se vio perjudicada primero por la debilidad de su músculo cardiaco, teniendo que soportar varias cirugías a corazón abierto, y después por un desgraciado ictus que inicialmente le privó del habla y de la capacidad lectora, de lo que trató de recuperarse, consiguiéndolo parcialmente con mucho esfuerzo. En este como en otros casos, la enfermedad daña o se lleva pronto a los mejores.

No podremos olvidarle.

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2023

¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.

John Berger
Doce tesis sobre la economia de los muertos (1994)

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