[Marzo de 2008] Seiscientos mil votos catalanes le dan a Convergencia once diputados, mientras que ochocientos mil en toda España solo le dan a Izquierda Unida (el que se supone que debería ser el tercer partido) dos diputados. Un partido recién nacido obtiene un diputado con los votos con que los nacionalistas vascos obtienen seis. Resultado: nadie puede gobernar el país sin el apoyo de los nacionalistas […]. Ningún partido quiere o se atreve a cambiar el sistema electoral sustituyéndolo por eso tan sencillo que es un hombre un voto, y tantos votos un diputado. A lo cual habría que añadir las listas abiertas […].