En esta aceptación de una ciudadanía difusa, y por tanto aparentemente de un poder difuso, se sitúa la realidad, no visible pero inmediatamente operante, de una serie de oligarquías vinculadas al dinero, al poder, a posiciones que no son inmediatamente de ventaja económica pero que son de todos modos de ventaja social. Estas varias oligarquías dirigen, por decirlo así, la cosa pública situándose detrás del escenario, y por último, en la realidad más cercana a nosotros, incluso se deslocalizan lejos geográficamente, de modo que no resultan alcanzables por una puesta en cuestión directa, que en cambio es característica de los conflictos en los Estados nacionales. Se trata, por tanto, de una situación muy difícil, en cuanto que los dos planos solamente se encuentran en el análisis: el conflicto político visible se da entre fuerzas que se saben dependientes de quien realmente detenta el poder. La consciencia de esto es ya importante, es un paso adelante respecto a la sumisión inconsciente.
Chen Kaige
Juntos (Together)
China, 2002
Al terminar el festival de San Sebastián, llega la película que el año pasado ganó la concha de plata concedida a Chen Kaige como el mejor director. Juntos/Together es una de esas películas producidas para el mercado internacional, y con un tema muy manido, pero que conviene ver. A Chen Kaige el argumento le ofrece simplemente una sólida base para el discurso. Un discurso que sólo en apariencia resalta el papel de la familia. Después de ver tanta propaganda a favor del éxito, del dinero y de la fama, no estaría mal disfrutar de Juntos, una película que va a contracorriente de todo ello.
Josep Torrell
10/2003