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Linus Atarah

Gallina el último: Ghana contra el FMI

Durante los últimos años el mercado ghanés está inundado de pollo barato importado de la Unión Europea y de los Estados Unidos. Suele ser mollejas, patas y alas, con mucha grasa, en paquetes sin etiquetar. A pesar de su baja calidad, la demanda de pollería local ha caído hasta amenazar el sustento de los más de cuatrocientos mil granjeros avícolas de esta pequeña nación del África Oriental. Solo en 2002, Ghana importó más de 26.000 toneladas de pollo, principalmente de la Unión Europea, donde los granjeros reciben generosos subsidios por sus productos. En 2004, se alcanzaron las 40.000 toneladas.

En 1992 los granjeros de Ghana copaban el 95% del mercado ghanés de aves, pero en e 2001 su participación en el mercado se había reducido a sólo el 11%. Ahora, el pollo importado se ofrece (en la venta al por mayor) a la mitad de precio del pollo nacional.

Este fenómeno se conoce como dumping. Los países desarrollados, como UE y EE.UU., colocan los excedentes de producción, altamente subvencionados, en los países en vías de desarrollo a precios que son tan bajos que hunden la producción nacional.

La pérdida de empleos también ha sido notable. La industria, que ocupa a unas cinco mil personas, ha perdido ciento cincuenta puestos solo en los últimos meses, según las Asociaciones de Granjeros. Toda pérdida de puestos de trabajo tiene graves implicaciones para los veinte millones de habitantes de Ghana, porque a menudo cada obrero mantiene a un grupo familiar muy numeroso.

Los activos congelados

Casi una tercera parte de las exportaciones avícolas europeas procede de Holanda, según estadísticas publicadas por el Instituto de Investigación de Economía Agrícola holandés (LEI) y Eurostat.

Lo que puede parecer sorprendente es que, como en Ghana, el número de granjas y granjeros de Holanda también disminuya rápidamente. Durante el último medio siglo el número de granjas ha bajado a la cuarta parte de los 315.000 que había en 1950, dando empleo al tres por ciento de la población holandesa. La solución a este enigma estadístico es que casi todos los pollos son de empresas gigantescas que exportan a Europa y al resto del mundo.

Nutreco, que es una de las mayores empresas comercializadoras de productos agrícolas del mundo, con central en el diminuto pueblo de Boxmeer, es el mayor productor de pollos del país y tiene unas ventas globales de casi cuatro mil millones de euros. Pingo, su división avícola, emplea a menos de mil personas.

Los productores extranjeros pagan un arancel del 20% en importaciones de pollería. Hace dos años, el Parlamento ghanés aprobó una ley que permite imponer un arancel adicional de otro 20% en el pollo importado, lo que aumentaba los aranceles hasta un 40%.

En una jugada espectacular, sólo dos meses después de que la ley fuera aprobada, el Servicio de Aduanas (CEPS), el cuerpo responsable de poner en práctica los aranceles, emitió un orden revocando la decisión. Indicaba que los nuevos aranceles aduaneros estaban en conflicto con los aranceles regionales. En otras palabras, el Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución en la que el gobierno ghanés tiene menos de 0.5% del voto, había bloqueado la propuesta.

El gobierno ghanés permitió la anulación de los nuevos aranceles porque ya había alcanzado un acuerdo con el Fondo para suspender su aumento durante las consultas anuales que el FMI mantiene con los países miembros.

El FMI dejó claro que se oponía al aumento de los aranceles apoyándose en que quizá afectarían al programa de reducción de pobreza de Ghana. Alphecca Muttardy, el actual representante del FMI en Ghana indicó que Ghana sólo podría aumentar los aranceles con un permiso especial y en caso de acuerdo. En su conversación con Olivia McDonald de la organización no gubernamental Ayuda Cristiana en Ghana, Muttardy declaró: «nosotros le señalamos al gobierno que el aumento de los aranceles no era una buena idea, ellos lo meditaron y nos pusimos de acuerdo».

Pero los expertos dicen que el aumento de los aranceles aduaneros no rompe los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio. Según el acuerdo de Ghana con la organización, los aranceles pueden llegar hasta el 90%. El acuerdo de la OMC sobre subsidios y medidas de compensación, permite a los países miembros imponer tasas más altas a los productos que hayan sido subvencionados en sus países de origen, si tales subsidios causan o amenazan con causar problemas a la industria del país importador. La Unión Europea, origen de la mayoría del pollo importado, subvenciona con cuarenta y tres mil millones de euros anuales a sus granjeros.

Ghana importa casi un tercio del pollo congelado europeo con destino a África. Camerún, Togo, Senegal y Africa Sur están entre las otras naciones que reciben pollo congelado y pollo troceado. El 87% del pollo que va a Camerún, procede de Bélgica y España. En el caso de Senegal, entre Holanda y Bélgica copan el 60%.

En Camerún, los activistas franceses han acogido el caso y presionan a la UE para que proteja a los granjeros africanos. Y en Senegal, según los informes de la Agencia France Presse (AFP), el 40% de los granjeros de pollos han abandonado el negocio porque son incapaces de competir con las importaciones de la UE.

Igualdad de condiciones

De hecho, la mayoría de los cuatrocientos mil miembros de la Asociación Nacional de Granjeros Avícolas, antes prósperos, ahora ha abandonado. Y las industrias del arroz y del tomate están igualmente amenazadas. En la capital, grandes carteles anuncian el arroz largo americano que, gracias a los astronómicos subsidios del gobierno americano, ha desplazado al arroz ghanés de los puntos de venta. La mayoría de los subsidios se paga a los grandes granjeros del arroz en estados como Arkansas. Según Oxfam, la ONG británica, sólo una empresa, Ricelands de Arkansas, fue destinataria de subsidios agrícolas del gobierno federal americano que ascienden a 380 millones de euros entre 1995 y 2003.

Ghana estaba en camino de ser autosuficiente en la producción de arroz en la década de 1970. Pero el programa de ajuste estructural del FMI eliminó los subsidios a los productores de arroz. Ahora Ghana sólo produce ciento cincuenta mil toneladas de arroz, el 35% de sus necesidades nacionales.

Imposibilitados para cultivar debido a los altos costes de los productos agrícolas, muchas personas jóvenes se trasladan a las ciudades en busca de trabajos inexistentes. Los desplazados de los sectores del arroz y la avicultura aumentan las cifras de los que se amontonan en los centros urbanos, provocando problemas sociales. Ernest Debrah, ministro de Agricultura admite la gravedad de la situación pero dice que no está a favor de aumentar los aranceles.

Baja calidad

El exceso de confianza en el pollo importado también tiene sus riesgos de salud. El servicio de salud ghanés, con sus limitados recursos, no tiene capacidad para detectar y prevenir un brote de salmonela que pudiera acompañar al pollo importado.

En el Camerún, que ha estado importando pollo congelado durante varios años, dos asociaciones locales han estudiado la calidad de producto. El Servicio de Ayuda a las Iniciativas Locales (SAILD) y la Asociación para la Defensa de Intereses Comunes (ACDIC) participaron en 2004 en Yaounde, junto con otros diez países, en el estudio de doscientas muestras de pollo. El 15% estaba infestado con salmonela.

En un informe titulado Dinámica de cultivo la ONG belga SOS Hambre, informó de que el pollo se hiela y deshiela varias veces en su tránsito desde la UE a África. Según el informe «El pollo congelado no tiene valor en la UE ya que no hay ni demanda ni mercado para este producto. Si los comerciantes venden este producto a África es debido al precio, que es mayor que el que ofrecen los productores de comida para perros».

Pratap Chatterjee y T. Eve Greenaway han contribuido a este artículo.

Linus Atarah (especial para CorpWatch)

[Fuente: Corporate Watch, http://www.corpwatch.org/.
Traducción de Víctor Cassi. Texto proporcionado por Agustí Roig.]

14 /

6 /

2005

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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