Skip to content

Marcos Ana

Autobiografía

Mi pecado es terrible;

quise llenar de estrellas

el corazón del hombre.

Por eso aquí entre rejas,

en diecinueve inviernos

perdí mis primaveras.

Preso desde mi infancia

ya muerte mi condena,

mis ojos van secando

su luz contra las piedras.

Mas no hay sombra de arcángel

vengador en mis venas:

España es sólo el grito

de mi dolor que sueña.

24 /

11 /

2016

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

+